La utopía es posible

R. Pérez Barredo / Burgos
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La Asociación Social e Histórica de Economía Feminista consigue la cesión de dos edificios del poblado de La Engaña, que recuperarán para dar servicio de hospedería, albergue, talleres y centro de interpretación

Hay personas que se obstinan tanto en perseguir un sueño que terminan por hacerlo realidad. Cuando Dúnia Rosell hizo público su proyecto-deseo de recuperar el poblado de La Engaña a través de una cooperativa social ecofeminista, hubo quienes la tacharon de ingenua, e incluso de loca. Sin embargo, su quijotesca determinación ha dado resultados positivos: Administrador ha cedido la estación de viajeros y el muelle cubierto al colectivo que lidera esta emprendedora de origen brasileño. Así, la Asociación Social e Histórica de Economía Feminista (ASHEF) Recuperamos La Engaña ya puede ponerse manos a la obra. Y ya tiene fecha para hacerlo: después de que el 8 de enero presenten su proyecto en Espacio Tangente, los días 9 y 10 arrancarán las primeras obras. «Hemos desempeñado un trabajo duro, muy duro, de muchas gestiones, diligencias, trámites, viajes, desplazamientos, reuniones, acuerdos, contactos, coordinación, difusión, formato, organización, todo ello invirtiendo muchísimas horas y dinero. Pero ha valido la pena sin duda; tenemos el contrato firmado, cuatro personas fundadoras extraordinarias y muchas otras cooperantes que nos han apoyado desde el principio», cuenta una entusiasmada Dúnia.

El contrato de cesión firmado llega hasta el año 2023. Para este grupo de mujeres emprendedoras, es tiempo suficiente para poder hacer realidad su proyecto pionero. «Aunque la normalización de las mujeres cuidadoras de familiares es nuestra finalidad, también incorporamos a hombres en la misma situación, y en tercer lugar a solteras, solteros, parejas y familias. Lo que es imprescindible es que las personas que desean optar tanto a un puesto de empleo estable como a la rehabilitación de su vivienda, estén decididos y decididas a trabajar activamente en esta primera fase de rehabilitación, en grupos de trabajo colectivo. En esta etapa no hay remuneración, pero es indispensable trabajar ahora para poner en marcha los servicios de los cuales subsistiremos todas y todos», explica.

ASHEF, recuerda Rosell, nació como recurso a su propia situación familiar como madre de familia numerosa y monomarental y cuidadora de un familiar con dependencia, «el ser una afectada más excluida e invisibilizada de la sociedad por ser cuidadora de mi familia y sufrir la carencia absoluta de recursos que favorezcan la conciliación familia-trabajo». Su única opción, señala, era la de emprender. «Tenía muy claro que emprendería rehabilitando un edificio histórico para generar empleo, desempeñando una labor social, formativa y laboral a este colectivo excluido». Cuando conoció la estación y la colonia obrera de La Engaña, se enamoró. «Desde ese momento ya no la pude olvidar. El lugar, paisaje, edificios e historia me hablaron y el proyecto se desarrolló solo. Era, simplemente, el lugar ideal. En el pasado, los mismos obreros que la construyeron y que trabajaron en ella también tenían la opción de residir en las 22 casitas que habían construido para hacer posible la conciliación trabajo-familia».

La rehabilitación del edificio de la estación y el muelle cubierto les permitirá activar los cuatro servicios que generarán empleo a la vez que supondrán su subsistencia digna. Estos cuatro servicios son: hospedería, albergue juvenil, centro de interpretación y talleres de capacitación y arte. «La utopía es la excusa del sistema capitalista para afirmar que las cosas no se pueden cambiar.  Para demostrarlo, está la resistencia.  Que cada persona se posicione donde más le interese», dice Rosell.

Ayuda y mecenazgo. Todas las personas que deseen implicarse, cooperar con mano de obra en el trabajo colectivo de rehabilitación a partir de ahora, entrar a formar parte de la plantilla de trabajo  o realizar donaciones de material y herramienta disponen de un teléfono de contacto: 669 150 865. El colectivo prefiere que las aportaciones económicas se dirijan todas al micromecenazgo en namlebee.com, que será lanzado el día 7 de enero de 2016. El colectivo dispondrá de un límite de 80 días para reunir el presupuesto mínimo indispensable para la rehabilitación.