El desgarrador llamamiento de Lidia García Polo no ha caído en saco roto. La justicia investigará si hubo alguna negligencia durante el proceso de asistencia sanitaria que acabó con la muerte de su hija con tan solo 22 años, como consecuencia de un tumor cerebral para el que no recibió tratamiento en dos meses porque ni siquiera los resultados de la biopsia realizada en el Hospital Clínico de Valladolid llegaron a tiempo.
La madre de la fallecida recibió este miércoles en su domicilio de Melgar de Fernamental la llamada de la Policía Judicial, que le solicitó los primeros datos para arrancar con las diligencias indagatorias. Ayer tenía un cita con el despacho jurídico de El Defensor del Paciente, la asociación que remitió su caso a la Fiscalía Superior de Castilla yLeón para que lo investigase, como hizo primero con el de Sonia Sainz-Maza, la vecina de Espinosa de los Monteros que también falleció de cáncer durante el verano, sin haber logrado una sola consulta presencial con su médico.
Pero la de los agentes judiciales no ha sido la única muestra de interés de las instituciones por el caso de Lidia González, si bien después de que su madre reconociese a este periódico que ningún cargo de la Consejería de Sanidad o del Hospital Clínico había contactado con ella para trasladarle el pésame por la dolorosa pérdida de su hija.Finalmente, ha sido el gerente regional de Sacyl, Manuel Mitadiel, quien ha trasladado personalmente a esta vecina de Melgar la petición de «perdón» de la Junta de Castilla y León por las circunstancias del caso en una conversación que se prolongó durante más de 45 minutos, y en la que Lidia García Polo le trasladó detalles de la atención en el centro vallisoletano.
«Mi hija ingresó sin un cepillo de dientes», recuerda, para explicar que durante días la mantuvieron las mañanas en ayunas a la espera de una prueba, hasta que la propia joven les exigió que se la hiciera o se marchaba a casa. Su madre, que junto con su hermana acudió a Valladolid tras conocer que su hija estaba ingresada, también se sintió maltratada en el hospital. «Nos trataron como a delincuentes, les faltó darnos con la porra», asegura para ratificar, como le explicó a Mitadiel, que dispone de audios y grabaciones que corroboran su denuncia.
La madre de la joven melgarense, que trabajaba en Palencia como higienista dental, ya ha mostrado su firme determinación a llegar hasta el final para obtener «justicia» y asegura que hará «todo lo posible para que esto no se olvide» y para que no se tolere que más personas mueran sin tratamiento con la excusa de la pandemia.