San Mamés brinda en compañía por su nuevo bar

R.E. MAESTRO / San Mamés
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Por fin cuenta con este establecimiento después de que el Ayuntamiento haya levantado un edificio nuevo. Alina y Cristian ofrecen a diario tapas, comidas y cenas; y el pueblo se ha llenado de vida

Roberto y Susana, de Buniel, acudieron ayer a tomar el vermú a San Mamés. El nuevo local ha conseguido reunir a la gente de toda la zona. - Foto: Luis López Araico

Una auténtica revolución. Así se puede definir lo que ha supuesto para los vecinos de San Mamés de Burgos el hecho de contar por fin con un bar en el pueblo. Algunos ni siquiera conocieron el último establecimiento de hostelería que hubo y otros mencionan que ya han pasado más de ocho años desde que se cerró el que había en la zona de la residencia. El Ayuntamiento tomó cartas en el asunto y decidió levantar un nuevo edificio, que se inauguró hace dos meses y que está funcionando de maravilla gracias a la estupenda gestión de Alina y Cristian.

«Estamos encantadísimos; está sirviendo como centro de reunión de todos los jóvenes de la zona. La gente mayor tampoco tenía un sitio para reunirse y ahora vienen todas las tardes a tomarse aquí el café. El tener un sitio así nos ha unido a todos, a niños, jóvenes y mayores», manifiestan Vanesa y Daniel, vecinos de este pueblo del Alfoz que posee 310 empadronados.

Los domingos -como ayer- la cocina no para. La salida de misa marca la hora para ir al bar y en poco tiempo ya se ha convertido en una tradición. Entre semana tampoco falta gente que pasa por la carretera o que acude de los pueblos de alrededor. «Nosotros estamos muy agradecidos con la respuesta de la gente y nos va fenomenal», asegura Alina. Tiene experiencia de sobra en el sector, ya que ha trabajado durante 20 años en hoteles, bares, restaurantes y marisquerías. Quizá sea una de las claves para que esté funcionando tan bien el local. Por ahora no han parado ningún día, aunque empezarán a cerrar los martes para descansar.

Ofrecen a diario desayunos, comidas y cenas. Los platos combinados y los bocadillos triunfan, pero también cuentan en su carta -por encargo- de entrecot, chuletón, dorada, lubina o paella. Además, para el vermú o la merienda tampoco faltan las clásicas raciones de alitas de pollo, calamares, bravas, croquetas o nuggets. Todos los días va cambiando los pinchos, aunque destaca por encima de todo sus tres tostas especiales: de jamón con alioli, de chaca con langostino y de bonito con boquerón y aceitunas. Su exquisita pinta hace que vuelen.

«Mucha gente de los pueblos de alrededor también ha venido y nos dicen que les encanta. Seguro que hay errores como en todos los bares y restaurantes, pero yo intento que sean los menos posibles y la gente me dice que le gusta la comida», dice Alina, que reside en Burgos aunque en el futuro sí le gustaría tener una vivienda en este pueblo. En muy poco tiempo esta pareja se ha ganado el cariño de San Mamés y ese buen rollo hace que muchos también hayan apostado por encargar aquí la celebración de su cumpleaños.

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