Imesa: de Aranda a irrigar Egipto

I.M.L. / Aranda
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Este año tendrá que entregar seis limpiarrejas para otras tantas presas en el proyecto que pretende llevar agua a un millón de hectáreas de desierto. La empresa arandina afianza su apuesta por el mercado africano con este contrato de 2,8 millones

Las grandes piezas se fabrican en Aranda para después ensamblarse en los lugares de destino antes de colocarlas. - Foto: I.M.L.

Uno de los proyectos hidráulicos más importantes en el ámbito internacional va a contar con producción arandina. El Nuevo Delta que se va a construir en Egipto, un río artificial de 114 kilómetros de longitud para convertir en regables casi un millón de hectáreas de desierto en una primera fase en la zona de Alejandría, tendrá seis equipos que se han diseñado y fabricado en la fábrica de Imesa. Un contrato que se suscribió el pasado mes de noviembre, después de años de seguimiento y propuestas, que va a suponer una inyección económica de 2,8 millones de euros a lo largo de este año, con posibilidad de incrementarse porque «estamos barajando otros 23 equipos», apunta Ana Belén Martínez, CEO de Imesa.

«Están haciendo una inversión enorme en proyectos de agua, en captación de bombeo y agua, y nos reunimos con los diferentes ministerios implicados antes de cerrar el contrato, vinieron aquí en septiembre y nosotros fuimos en noviembre para firmarlo», explica Martínez la culminación de este proyecto, que lleva un seguimiento desde que en el año 2019 presentaron el primer proyecto. «Parte de los equipos son para infraestructuras que llevan hechas un tiempo, pero que necesitan mejoras y parte son para nuevos tramos», especifica el destino de sus equipos limpiarrejas.

Lejos de lo que suele ser habitual, estos proyectos de Imesa no se van a instalar en ninguna central hidroeléctrica. «Para llevar el agua desde este punto donde hay hasta el otro punto donde no lo hay, para sortear las diferentes cotas y niveles el agua hay que bombearlo, ahí es dónde estamos nosotros», remarca la CEO de Imesa, ya que sus limpiarrejas se adaptan a este tipo de instalaciones para realizar su función. 

En el plano internacional, esta empresa arandina cuenta ya con equipos instalados en 12 países, muchos de ellos en el ámbito latinoamericano. «Llevamos 16 años trabajando allí, los países con más equipos instalados son Colombia, Panamá, Ecuador, Perú, Guatemala, Costa Rica, Brasil, la Guayana Francesa, Argentina...», enumera Ana Belén Martínez, mientras siguen pendientes de cerrar nuevos contratos para este año en Chile, Costa Rica y Panamá nuevos equipos.

No se quedan ahí las iniciativas de Imesa fuera de nuestras fronteras. Están ultimando un gran proyecto, de 3 millones de euros, en una presa cerca de la ciudad francesa de Toulouse, otro de cerca de 4 millones a punto de cerrarse en Burundi y cuentan con un estudio de mercado encargado al ICEX para preparar las visitas que pretenden realizar este año en Marruecos. Sin embargo, el acuerdo de 2021 con Vietnam y Filipinas no termina de despegar porque «apuestan por la eólica y la solar, dejando un poco de lado la hidráulica», aclara.

«En 2023, el 15% de nuestra facturación se debió a proyectos en el extranjero, cuando en los últimos años el balance era del 60% internacional y 40% nacional», especifica Martínez, achacando a esta  reducción a la inestabilidad política que se ha vivido en Latinoamérica, con muchos cambios de gobierno y procesos electorales que paralizan los proyectos en marcha. 

En territorio nacional. Esta empresa arandina no se olvida de desarrollar proyectos en la península ibérica, porque además de en España, con empresas como Endesa e Iberdrola, trabajan también en el ámbito portugués. Junto a los grandes proyectos, Imesa está volcando parte de su trabajo de innovación en una iniciativa pensada para pequeños clientes. «Imesa está vista como una empresa que hace cosas muy grandes, pero queremos llegar también a las comunidades de regantes, a los canales, a las balsas que hay en cualquier sitio para poder instalar equipos pequeños, que también los necesita», remarca Ana Belén Martínez.

Desde el equipo de I+D están desarrollando unos limpiarrejas para infraestructuras hidráulicas de menor tamaño. «Nos habíamos centrado en que todo fuese automático, pero nos hemos dado cuenta de que no, que la gente lo quiere más barato y que haga menos cosas», explica Martínez el giro que han dado en este proyecto, en el que llevan trabajando un tiempo para cubrir estas necesidades.