Julián Calero ya mira al frente. Tras la derrota en el estadio  de Can Misses  ante el Ibiza apostó por pasar página. «No hay tiempo para lamerse las heridas ni para lamentarse de nada. Hemos perdido con un buen equipo y hay que seguir hacia adelante porque tenemos un derbi burgalés el próximo fin de semana», comentó en la rueda de prensa posterior al choque.

Aseguró que el primer gol del conjunto celeste supuso «un hándicap importante» para su equipo. «A partir de ahí nos hemos tratado de rehacer y de ganar terreno, aunque en esa primera parte ellos han sido superiores». Lamentó que los suyos no entraran bien al partido, aunque señaló que tras la reanudación el cuadro blanquinegro tomó «el mando» y tuvo opciones de conseguir algo positivo.

«En la segunda parte el partido estaba para empatarlo, incluso ganarlo o también para perderlo 3-0 en las transiciones. Estaba demasiado abierto y estaba para caer de un lado u otro. El campo se había hecho demasiado largo y no éramos capaces de contener sus contras», comentó el técnico.

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