No hay ningún dato, ninguna información que invite al optimismo respecto a la pronta construcción de un nuevo Mercado Norte. El provisional ya lleva levantado en Plaza de España desde septiembre y los comerciantes se mudarán a él después de Semana Santa, según la previsión del propio Ayuntamiento. Ahora bien, todo indica que van a permanecer allí una buena temporada. El recinto actual se demolerá -de hecho hay partida para ello en el Presupuesto municipal de este año- pero su sustitución por una nueva dotación se va a demorar.
¿Por qué? Muy sencillo. El concejal de Comercio, Raúl Martínez, advierte de que «hay varias empresas que han mostrado interés», pero se trata de una disposición en abstracto, ya que el edil de Vox reconoce «que ningún operador ha realizado una propuesta firme, con números, cálculo de costes, etc».
Es decir, hasta la fecha ningún representante municipal se ha sentado seriamente a la mesa con una empresa para hablar de dinero, de plazos, de la cuantía de un posible canon o del plazo de explotación. En Comercio siguen teniendo claro que la fórmula para construir y gestionar el futuro mercado norte ha de ser la colaboración público privada, pero para ello tiene que haber operadores interesados que consideren atractivo el proyecto. Por ahora parece no haberlos.
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