Lucas Ruiz acaba de someterse en Madrid a una operación de sus dos piernas. La intervención se realizó el pasado diciembre y su madre, Conchi Silva, desea que gracias a ella la vida de su hijo pueda ser un poco más fácil. De momento, las sensaciones «son buenas y los avances aunque sean pequeños se ven», afirma su protectora, quien reconoce que en parte las sensaciones se deben a la ayuda recibida por «dos asociaciones pequeñas», que de alguna manera han hecho de ángeles de la guarda de este mirandés afectado por el síndrome de Angelman.
Conchi explica que «vamos poco a poco, pero hacia delante». Para justificar esos pasos simbólicos menciona la colaboración de dos colectivos, entre los que han aportado a esta familia unos 2.000 euros, una cantidad que puede no parecer muy alta, pero que se suma a muchos gastos y que sin duda ha sentado como un balón de oxígeno, «porque al salir de Madrid teníamos que dejar todo pagado», apunta la madre. La ayuda ha servido para que Lucas reciba «los dafos», unos utensilios ortopédicos con los que se facilita la recuperación, porque mejoran el apoyo del pie o la propia marcha.
El proyecto Solidario Rodando con Noonan aportó a Lucas el dinero para estos elementos, «que costaron 1.500 euros».Conchi detalla que la asociación «es de Cantabria y es la familia de una niña afectada por otra enfermedad rara», por lo que agradece con fuerza que un colectivo pequeño pueda tender la mano a Lucas o a casos similares. Para lograr fondos, los padres de esta menor organizan sus propios eventos y donan lo recaudado. Conchi recuerda que se conocieron en uno de los encuentros realizados en Miranda. Ahí formaron la cadena y gracias a esa unión también ha llegado la segunda colaboración, porque intermediaron con otro grupo, La Leyenda Continúa, de Segovia.
«En este caso organizaron una chocolatada y el dinero conseguido también se lo darán a Lucas», afirma Conchi, quien reconoce que con los cerca de 500 euros podrán pagar la fisioterapia extra con la que afianzar la operación y que Lucas avance.