Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan semanas reforzando su presencia en las calles para evitar incumplimientos de las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias ante el avance del virus, pero el operativo fue especialmente visible el fin de semana, tras la declaración del toque de queda nocturno. Agentes de la Policía Local y Nacional tomaron la ciudad para cerciorarse de que todos los ciudadanos acataban las normas. Aunque el cumplimiento fue mayoritario, encontraron excepciones, tanto de personas que se saltaron el confinamiento domiciliario comprendido entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana, como de grupos que celebraron fiestas en sus casas.

Según informó ayer la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, los efectivos del cuerpo municipal disolvieron un total de nueve fiestas durante el fin de semana. Asimismo, y aunque todo indique que después de que el TSJ tumbara la declaración del toque de queda en Castilla y León por no ampararla en un estado de alarma las multas quedarán anuladas, también denunciaron a 28 personas que se lo habían saltado. 

Las reuniones de más de seis personas es una de las cuestiones que más preocupa, básicamente porque a pesar de las prohibiciones se siguen produciendo con demasiada frecuencia. Sin ir más lejos, en una semana se han levantado 15 actas de sanción por este motivo y en total desde que la semana pasada se decretara esta restricción ya suman 26. También se ha producido un aumento de multas a sujetos que no cumplen el aislamiento domiciliario por estar contagiados o haber estado en contacto con alguien que sí lo esté. Se contabilizaron 14 y ya son 32 desde que se comenzó a controlar. 

Otro de los aspectos a tener en cuenta en la última semana fue la Operación Jaula, que en esta ocasión duró los tres días del cierre perimetral de la capital. En ese tiempo, la Policía Local multó a 59 conductores.