Más de 11.620 pacientes y más de 23.340 familiares fueron atendidos por el Equipo de Atención Psicosocial (EAPS) con el apoyo de la Consejería de salud dentro del programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación La Caixa en hospitales, residencias y en domicilios en Castilla y León. En la Comunidad, el programa está implantado en 13 centros sanitarios, 19 equipos domiciliarios y ocho residencias de personas mayores.
Coincidiendo con el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, la Fundación La Caixa presentó la evaluación de la efectividad de las intervenciones de los EAPS en España con datos recogidos durante 2021 y 2022.
La evaluación, impulsada por la entidad y realizada por la Cátedra de cuidados paliativos de la Universidad de Vic - Central de Cataluña (UVIC/UCC) juntamente con el Institut de Recerca Germans Trias i Pujol (IGTP), cuenta con una muestra de 6.471 pacientes en situación de enfermedad avanzada. La edad media de las personas atendidas es de 73 años. Del total, el 52 por ciento son mujeres y el 48 por ciento hombres. El 61 por ciento padece una enfermedad oncológica y el 39 por ciento otro tipo de patología.
Una de las principales conclusiones de la evaluación impulsada por el Programa que trasladó la Fundación La Caixa en un comunicado es la mejora del ánimo. En la primera visita, el 78 por ciento se sentía regular o mal. Después de la intervención de los EAPS, este porcentaje se reduce a menos de la mitad. Según matizaron, "el aspecto relevante es que, tras recibir atención psicológica, social y espiritual, un 66 por ciento considera que sus creencias y valores le ayudan a enfrentarse a la situación, ya que se refuerzan las fortalezas y recursos que tienen las personas en situación de final de vida".
La sensación de tristeza también mejoró tras la intervención psicosocial. Así, en la primera visita, cerca del 50 por ciento de las personas se sentían bastante o muy tristes; después de recibir atención el porcentaje se reduce al 17 por ciento.
En global, el Programa "contribuye a mejorar las dimensiones psicológicas, como síntomas como ansiedad, depresión, malestar, sufrimiento e insomnio; las sociales, como capacidad de relación y de comunicación con la familia y con el entorno y las consideradas como esenciales, como la espiritualidad, dignidad, sensación de paz y de perdón, y grado de aceptación de la enfermedad.
"Esta evaluación pone de relieve la importancia de la mirada integral: se deben atender todas las dimensiones en las situaciones de enfermedad. Nuestro objetivo como profesionales es contribuir a que el cierre de la biografía se dé en las mejores condiciones posibles y que la atención pueda ser integral en todos los casos, ya que todas las personas merecen un final de vida sereno y digno", destacó el doctor Xavier Gómez-Batiste, catedrático de medicina paliativa y director científico del programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación La Caixa.
Programa "pionero y en constante innovación"
Desde hace 14 años, el Programa ofrece una atención de calidad a las personas que se encuentran en situación de final de vida y trabaja por la humanización de los cuidados en situaciones de cronicidad avanzada y vulnerabilidad social y, a finales de este año, ya se estará desarrollando en todas las provincias de España y en las dos ciudades autónomas.
Enmarcado en la Estrategia de Cuidados Paliativos del Sistema Nacional de Salud, este Programa consolida así "su misión de complementar el modelo actual de atención a las personas que se encuentran al final de su vida para lograr cubrir tanto la esfera emocional, social y espiritual del paciente y su familia como la atención al duelo y el apoyo a los profesionales de cuidados paliativos."
Desde su puesta en marcha en 2008, en el global de España, el Programa ha atendido a más de 650.000 personas: 290.181 pacientes y 372.630 familiares, interviniendo en centros sanitarios, equipos domiciliarios y residencias. De la mano del Ministerio de Sanidad y las distintas consejerías de salud, este año se consolidó el Programa que se implementará en todas las provincias a través de un total de 65 Equipos de Atención Psicosocial (EAPS) formados por psicólogos, trabajadores sociales, enfermeros, médicos, agentes pastorales y voluntarios. Con su labor de atención, sensibilización, investigación y formación, el Programa quiere "contribuir a que el acompañamiento psicosocial y espiritual en final de vida sea un derecho para todas las personas".
De la mano, la contribución de los Equipos de Atención Psicosocial contribuye de manera "esencial" a la mejora del bienestar "de las personas que están en situación de final de vida mediante el análisis de la efectividad de la atención". Para extraer los resultados y llevar a cabo el análisis, el equipo de investigadores se basó en el modelo de atención a las necesidades psicosociales, el PSICPAL y el uso, entre otras, de la escala de Evaluación de Necesidades Psicosociales y Espirituales (ENP-E), diseñada y validada en este grupo de población y que resulta útil para la evaluación y monitorización sistemáticas de necesidades psicosociales de personas con enfermedades avanzadas o al final de la vida en servicios de salud, sociosanitarios y sociales.