Las oportunidades de la ciencia en femenino

I.M.L. / Aranda
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La arandina Estela Escolar logra el premio STEM Talent Girl, que reconoce a estudiantes brillantes con una prometedora carrera investigadora, que ella centra en Atapuerca

La joven arandina Estela Escolar Serrano (i.), junto al director general de Innovación de la Junta, que le entregó el diploma. - Foto: DB

A la tercera va la vencida. Después de dos menciones de honor, la joven arandina Estela Escolar Serrano se ha hecho con el premio STEM Talent Girl. Ella ya se sentía ganadora simplemente por haber sido seleccionada entre las finalistas, pero alzarse con la victoria es un espaldarazo más a su carrera investigadora. «Es un orgullo personal y me aporta visibilidad; hay muchos alumnos a los que no se les ofrecen las mismas oportunidades, como pasa muchas veces en el medio rural, y ahora tengo la oportunidad de ofrecerles, al menos, esas facilidades con mi ejemplo», explica esta prometedora estudiante, que ahora está cursando su segundo año de Químicas en la Universidad de Burgos.

Para conseguir este nuevo hito en su currículo, Estela esgrimió sus notas y sus trabajos de investigación. Porque, antes incluso de empezar su carrera universitaria, ella ya ha comenzado su labor investigadora con tres proyectos, dos de carácter internacional centrados en la datación geológica en el yacimiento de Atapuerca, concretamente en Gran Dolina, y el último de carácter más social que le ha ocupado todo un año. «Lo hice con Susana Sarmiento, también tomando como base Atapuerca, y está más centrado en la diversidad y la multidisciplinaridad, en la necesidad de comunicación de la gente», especifica Estela. 

Además de analizar esa conjunción de disciplinas en un entorno como los de este yacimiento, esta precoz investigadora extrajo conclusiones y reflexiones que van mucho más allá. «El objetivo de la ciencia es avanzar, y no podemos avanzar si nos quedamos el conocimiento para nosotros solos, el conocimiento es por y para el pueblo y, si no lo transmitimos, primero porque no avanzamos y segundo porque ¿qué sentido tiene?», reflexiona Estela.

A sus 19 años, compagina sus estudios de Química con el ocio con sus amigos y los trabajos de investigación. Ya ha comenzado su cuarto proyecto, colaborando con Francisca García Caballero, del Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas, «sobre la fabricación aditiva de aceros, que es como la impresión 3D, pero el nombre que se le da cuando no es sólo para plásticos, es para más materiales».
Y es capaz de llegar a todo demostrando que si se quiere, se puede. «La clave no está en la organización, que también, sino también en la pasión. Si a mí me gusta algo, voy a hacer todo lo que sea posible para llevarlo a cabo», afirma con motivación.