La Fundación Silos ha decidido crear un premio para distinguir a aquellas personalidades que se han destacado a lo largo de los años en la difusión de los valores espirituales, culturales, artísticos e históricos relacionados con el monasterio y su comunidad religiosa, y en el apoyo de la comarca burgalesa, hoy integrada en el Parque Natural Sabinares del Arlanza-La Yecla. Y para estrenarlo no ha tenido dudas en la elección: José María Aznar. 

El expresidente del Gobierno y del Partido Popular recibirá la primera Sabina de Oro el próximo 12 de noviembre, en un acto que pretende convertirse en una muestra de agradecimiento de todos los patronos de la Fundación a la fidelidad que el dirigente español ha mantenido con la abadía benedictina a lo largo de casi cuatro décadas y a la cercanía demostrada en cada una de sus múltiples visitas -oficiales o privadas- para con los monjes y los vecinos de Santo Domingo de Silos y todo el entorno.  

La última ocasión en la que se ha podido ver públicamente a José María Aznar por la bella localidad burgalesa fue el pasado marzo, acompañado de su mujer, la exalcaldesa de Madrid Ana Botella, y del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco. Allí fueron recibidos por el presidente de la Diputación, Borja Suárez, y el presidente de la Fundación Silos, Antonio Miguel Méndez Pozo, visitaron el monasterio con el abad Lorenzo Maté, y homenajearon a su antecesor Clemente Serna, fallecido en abril de 2023.

Pero Aznar siempre ha estado ahí, como soporte visible de la Fundación Silos y de sus actividades. Estaba el mismo día de su constitución, el 23 de diciembre de 2002, cuando recibió a los patronos fundadores en elPalacio de la Moncloa y se fotografió con ellos en la famosa escalinata, para después calificar de «acierto» la creación de este foro cultural y espiritual.

Y estaba también antes, año tras año, en una visita que se convirtió en tradición. Lo mismo hablaba con los monjes benedictinos de política internacional que jugaba al dominó con los vecinos o reconfortaba con su cercanía a los padres de Edelmiro Abad, el burgalés natural de Moncalvillo de la Sierra fallecido en los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York. 

El apoyo en su etapa final en la Presidencia del Gobierno a la rehabilitación del convento de Santa Francisco para convertirlo en centro de las actividades de la institución resultó vital. Lo que empezó en 1989, de la mano de la Asociación de Amigos de Silos, con una escuela taller dirigida por el arquitecto José María Pérez, Peridis; cobró impulso a partir de 2006 con el apoyo decidido de la Junta de Castilla y León y la Fundación, que remataron en 2009 aquel sueño. 

Los patronos quieren reconocer este compromiso de Aznar con Silos, sostenido a lo largo de toda una vida, con la Sabina de Oro, el árbol típico de la comarca y ancestralmente ligado a la espiritualidad.