Las victorias son el bien más preciado en el fútbol. Cuando las temporadas encaran la recta final esos triunfos se convierten en oro puro y a los equipos les cuesta cada vez más sumar de tres en tres. Es algo que le está sucediendo al Burgos CF y es que el conjunto blanquinegro en los últimos tres meses, en los que ha sumado dos victorias después de haber jugado 14 partidos, 13 de Liga y uno de Copa. A la escuadra que entrena Julián Calero le estás costando ganar y en esta última parte del curso solo se ha impuesto en dos de sus compromisos, el 15 de enero al Andorra en casa y el 12 de febrero al Real Oviedo en el Tartiere, su última victoria.
El Burgos ha perdido terreno en la tabla clasificatoria y en estos momentos es séptimo, suma 45 puntos y se encuentra a seis de la sexta plaza, y por añadidura del play off. Quedan aún 11 partidos por disputar, por lo que los de El Plantío cuentan con margen de maniobra para recortar distancias, aunque tienen también a uno de sus perseguidores muy cerca -el Cartagena, octavo, solo tiene un punto menos-.
En los primeros 19 partidos -18 de Liga y uno de Copa- que disputó el cuadro castellano esta campaña sólo perdió dos, mientras que en esta segunda parte de la campaña ha caído en la mitad de los partidos que ha disputado y ha acumulado en 14 partidos siete derrotas.
El equipo no renuncia a nada y compite en cada partido que disputa, pero lo que dejan claro los números es que debe frenar esa tendencia descendente y regresar a su mejor nivel, ese que mostró en la primera parte de la temporada y que le permitió mirar a la cara a los equipos más potentes de esta Liga SmartBank. Y es que los burgalesistas vencieron nueve de sus 18 primeros partidos en la competición liguera, una dinámica que le mantuvo siempre en posiciones de play off e incluso de ascenso directo.
El rendimiento del Burgos ha descendido, aunque también es cierto que acaba de pasar la fase más dura del campeonato liguero en cuanto a calendario. Ya se ha medido con todos los transatlánticos de la categoría y ahora le queda un calendario con otro tipo de rivales. Ya advirtió Julián Calero tras el partido de Eibar que no tienen porque ser menos peligrosos o más accesibles, ya que todo el mundo se está jugando algo, aunque son otro tipo de equipos que ha mostrado un potencial menor a lo largo de la temporada. Además, todos ellos en estos momentos están por debajo en la clasificación de los blanquinegros.
De los 11 adversarios a los que se tiene que enfrentar en este último tramo competitivo solo perdió con dos de ellos en la primera vuelta y curiosamente será con los que cierre la competición, Tenerife y Lugo, con los que se enfrentará en la penúltima y la última jornada, respectivamente. El cuadro chicharrero fue el primer equipo que ganó este curso en El Plantío, mientras que el Lugo se convirtió en el primer rival que batió a los blanquinegros esta campaña.