La plaga de topillos causa 6 contagios de tularemia en Burgos

R.E. MAESTRO / Burgos
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La enfermedad, que genera fiebre, malestar y lesiones en los dedos, suma ya en Palencia 75 casos. Los sindicatos piden la quema controlada de rastrojos en el campo burgalés

Imagen de este verano de una tierra de cereal de Melgar dañada por los topillos. - Foto: Miguel Ángel Portilla

La plaga de topillos en el campo burgalés ha provocado ya seis contagios de tularemia, según los datos aportados por la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León. Desde las organizaciones agrarias lamentan que esta «explosión» de roedores -que se detectó hace tiempo- haya acabado afectando a la salud pública y especialmente a los agricultores y ganaderos, profesionales que están en contacto con dichos animales, y creen que se deberían haber tomado medidas antes.

En Palencia el problema resulta mucho mayor al registrar hasta 75 casos. En León la situación se encuentra muy similar a la provincia burgalesa tras sumar 7 casos, mientras que un contagio han tenido en Ávila, Salamanca, Valladolid y Zamora. Solo se libran en Segovia.  De los afectados, 77 han sido hombres y 15 mujeres, la mayoría situados entre los 45 y los 64 años. Aunque el perfil del contagiado es similar al del profesional del campo, también puede darse en aquellos que no se dediquen a esta profesión y que su «exposición ambiental» se haya dado en actividades de jardinería o simples paseos por el campo.

El contacto directo con el animal enfermo o muerto se trata de la principal vía de contagio, especialmente por la piel. No se produce transmisión de unas personas a otras. En la Comunidad, la mitad de los casos han sido por el contacto con roedores (48%) y otros animales (34%) como cangrejos. También ha habido algunos por picaduras con garrapatas, contacto con cadáveres (de topillos o conejos) y por el consumo de agua no clorada. Los síntomas son la aparición brusca de fiebre alta, malestar general y lesiones en los dedos y ganglios axilares.

Odra-Pisuerga, Bureba y Arlanzón se convirtieron en las comarcas más afectadas por los topillos y eso provocó serios daños en la cosecha, pero ahora estos roedores se han extendido. Susana Pardo, presidenta de la UCCL, expone que «una de las soluciones que pedimos es la quema de rastrojos» para acabar con esta plaga. Destaca que hay una gran cantidad de estos animales y eso ha provocado «que acabe en los humanos», por lo que exige a la administración «ponerse las pilas». Eso sí, opina que antes de esperar a que haya estas superpoblaciones se deben controlar mucho antes.

Esteban Martínez, presidente de Asaja, se expresa en esa misma línea y recuerda que hace años cuando hubo otra plaga de topillos ocurrió lo mismo. «Esto mismo puede suceder con los conejos, ya que su proliferación es exagerada», afirma. «Se tenían que haber puesto medidas contundentes antes, las que hay son insuficientes», afirma, mientras insiste en quemar rastrojos y limpiar las orillas de los caminos. «Desde Asaja lo veníamos advirtiendo, pero parece que no reaccionamos hasta que no hay un problema de salud», manifiesta.