Entre dos y tres hectáreas de terreno agrícola, espigas y arbolado -encinas y quejigos- se estima que ardieron a primera hora de la tarde de ayer a solo 0,7 kilómetros de Valdorros, según indicaciones de un cruce de caminos en el denominado 'Sendero de los palomares'. El incendio movilizó a numerosos efectivos, incluido un helicóptero, y asustó a algunos vecinos del municipio, que fueron los primeros en desplazarse a la finca para intentar evitar la propagación con tractores y otros medios a su alcance. Aún así, las llamas cercaron unas colmenas y se extendieron como en dos lenguas a izquierda y derecha, moteando la tierra del interior y los matorrales. La superficie afectada no estaba cultivada y, en principio, se descarta que el origen de las llamas fuera una cosechadora. No obstante, todas las fuentes consultadas señalaron que era pronto para determinar las causas, entre las que no se descarta que no fuera provocar el fuego a propósito.
Fuentes oficiales de la Junta informaron de que el incendio comenzó hacia las 16.15 horas, cuando varias torres de vigilancia de los alrededores las vieron y lo comunicaron. Así, se movilizó de inmediato a tres agentes medioambientales, a dos cuadrillas terrestres, al helicóptero y a un camión autobomba, además de a efectivos de los Bomberos de Burgos. Los peones de las cuadrillas terrestres, procedentes del Alto de la Varga y de Lerma, tardaron apenas diez minutos en empezar a trabajar sobre el terreno al que no solo acudieron agricultores de Valdorros, que fueron los primeros, sino también algunos vecinos de Cogollos, asustados ante la posibilidad de que las llamas se propagaran y se repitiera una tragedia similar a la de hace dos años en Sabinares del Arlanza.
No fue el caso, porque el operativo consiguió sofocar el fuego en menos de 50 minutos y, a partir de ahí, los efectivos desplazados se dedicaron a enfriar el terreno, ennegrecido a cachos y en algunos puntos muy humeante bastante tiempo después de que las fuentes oficiales de la Junta informaran de que el incendio estaba controlado, a las 17.15 horas.
A partir de ese momento el trabajo consistió en seguir mojando la tierra para atajar el riesgo de que la sequedad del ambiente y el viento pudieran prender de nuevo la superficie quemada y activar las llamas otra vez. Este trabajo tiene una duración variable y se hace a la vez que se perimetra la superficie quemada y se analiza el origen del fuego y la causa. En este sentido se considera de gran importancia el testimonio del primero que llega (en este caso, agricultores de Valdorros) porque ven hacia dónde van las llamas y si había alguien más en el campo o no. Estos datos se recopilan y, de esta forma, se estima el origen del fuego, que, en este caso y al cierre de esta edición, seguía siendo desconocido.
Algunos de los más rápidos en llegar señalaron que las primeras llamas se dirigían hacia las colmenas, pero insistieron en la necesidad de concluir con la investigación para poder llegar a conclusiones. Lo que sí parece descartado es que una cosechadora pudiera haber desencadenado el fuego, ya que la finca afectada no era de cereal y tampoco el terreno parecía haber sido trabajado desde hacía días.
Una vez enfriado y cuando se tenga la certeza de que no hay riesgo de reactivación, la Junta dará por extinguido el incendio del que, por otra parte y a pesar de la proximidad, algunos residentes en Valdorros ni se enteraron.