El equipo de gobierno del Ayuntamiento arandino ha dado el primer paso para la elaboración del Presupuesto para el año que viene. Siguiendo las directrices que manda la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, la Concejalía de Hacienda ha diseñado las líneas fundamentales que guiarán las cuentas municipales de 2025 para remitirlas la Ministerio de Hacienda. En ese documento, que sirve de hoja de ruta pero que puede sufrir algunas alteraciones, refleja que el Consistorio de la capital ribereña tiene previsto contar con 50 millones de euros para gastos e inversiones.
Esta cifra es similar a la del Presupuesto del año actual, que en sus líneas fundamentales se cifró en 38 millones pero que superó los 49 una vez que se incluyeron los fondos europeos. En esta ocasión sucede igual, ya que en el documento remitido al Ministerio se han incluido las aportaciones de las líneas Next Generation.
«Es una estimación inicial, que se puede modificar en función de las partidas que vayamos concretando, pero los cambios van a ser mínimos», apunta el concejal de Hacienda, Guillermo López. Entre esas variaciones con respecto a este año, López destaca un incremento de los ingresos por el Impuesto de Bienes Inmuebles «por dos razones, una de ellas es que el año que viene termina la subida que se fijó en un plazo de diez años y que en 2025 se llega ya al tope de ese incremento, y también porque hay algunos cambios por el Plan General de Ordenación Urbana, por cambios de calificación de algunas parcelas, por ejemplo». Este incremento rondará, según la estimación del concejal económico, los 300.000 euros.
El resto de los ingresos no sufren grandes variaciones, tan sólo se verá reducido el de la tasa de agua potable. «En 2025 sólo contamos con un año de esta tasa, que en 2024 se incluía la del 2023 y 2024, una vez que se ponga al día el cobro pendiente», explica López, por lo que este concepto rondará los 2,3 millones. En los demás ingresos no se espera ninguna modificación significativa ya que no hay contemplada ninguna subida de impuestos ni tasas municipales más.
En esta cifra inicial del Presupuesto se incluyen también las transferencias de otras administraciones, como las asignadas para el ARU de Santa Catalina, que se tienen que incluir según se vaya ejecutando el proyecto y justificando los gastos, a diferencia de los fondos europeos que se han recibido ya enteros y cuyas obras se tienen que ejecutar sin demora a lo largo del año 2025.