"Necesitamos un confinamiento como el de marzo"

ANGÉLICA GONZÁLEZ
-

Un grupo de enfermeras de Atención Primaria y del Servicio Territorial de Sanidad reivindican su labor durante la crisis sanitaria y se muestran muy pesimistas por la evolución de los contagios

El grupo de profesionales, junto a la sede del Colegio de Enfermería, donde se puede ver una referencia al Año Internacional de las Enfermeras. - Foto: Patricia

«Con lo que estamos viendo en el centro de salud en el que trabajo y lo que nos cuentan las compañeras de los suyos no tengo ninguna duda: necesitamos un confinamiento como en marzo, quince días todos frenados para evitar que esto se siga extendiendo». Así de claro se expresa Maite de Miguel, responsable de Enfermería del centro de salud de Santa Clara, que, junto con un grupo de compañeras, ha querido reivindicar el papel que está haciendo su profesión tanto en Atención Primaria como en el servicio territorial de Sanidad, dos ámbitos que están resultando fundamentales para la gestión de la pandemia a pesar de que, como se lamentan, muchas personas desconocen totalmente cuál es su labor: «Creo que no estamos en absoluto reconocidas y que no se sabe lo que hacemos: hay mucha gente que se piensa que los centros de salud están cerrados y no solo personas ajenas al sistema sino que hay compañeros del hospital que nos preguntan que cuándo volvemos a trabajar. ¡Los centros de salud no han estado cerrados en ningún momento desde que empezó la pandemia!».

En este sentido, se lamenta de que las noticias sobre la covid-19  estén copadas por cifras y estadísticas, «que se repiten una y otra vez y que están provocando una sensación de paranoia y agobio» y en cambio cree que falta mucha información de base, que no se ha acabado de explicar bien que el periodo de incubación de la enfermedad es de diez días y que cuando una persona tiene síntomas que pueden ser compatibles con el coronavirus lo primero que tiene que hacer es aislarse: «La gente viene obsesionada con que les hagamos la PCR cuando lo importante es que en el primer momento se aíslen. Y luego nos encontramos con personas que nos dicen que se pasan por allí para que le hagamos la prueba y que luego se dan un paseo o que comentan que están aislados pero que bajan a por el pan. Muchas cosas de las que vemos son muy descorazonadoras y nosotras estamos ya muy cansadas porque están siendo meses de trabajo muy intenso».

Insiste que la labor de Enfermería en Primaria está teniendo mucha carga desde el primer momento y que mucha de ella es invisible. «Las agendas de los médicos las puedes ver copadas de citas pero igual miras la de una enfermera y ves pocas o alguna visita a domicilio pero es que hacemos mucha labor que no se ve: extracciones, PCR, labores administrativas, llamadas, control de las residencias de ancianos , que en nuestro caso, el de Santa Clara, tenemos a las cuatro más grandes». Maite de Miguel comenta que en su centro se contrató una enfermera más como rastreadora pero que, aún así, muchas veces no se da abasto: «En un día normal puede haber personas citadas cada cinco minutos entre las ocho de la mañana y las dos y media y a pesar de todo no es suficiente, así que el apoyo del Ejército está siendo muy importante».

Reivindica, por otro lado, la atención que están dado a sus pacientes durante la pandemia: «La primera consulta es presencial -que se puede hacer y no quita calidad asistencial- pero todas las personas que han necesitado ser valoradas han venido. Por otro lado, en Enfermería no se puede bajar la asistencia presencial porque tenemos controles de Sintrom, curas, inyectables, electros… y con los crónicos hemos hecho seguimiento telefónico y cuando lo han necesitado han venido».

Ninguna de ellas se hubiera podido imaginar que en el Año Internacional de las Enfermeras las cosas iban a salir de esta manera. Pero son personas prácticas y prefieren mirarlo de la mejor manera: «Creo que lo estamos celebrando de otra forma, haciendo lo mejor que sabemos, que es trabajar y estar al pie del cañón», asegura Elena Santamaría, que trabaja en el Servicio Territorial de Sanidad, ubicado en el Paseo de Atapuerca: «Si mucha gente no tiene claras qué labores  hace una enfermera en un centro de salud, imagínate de nosotras, no saben ni que existimos». Y sí, existen. Son tres, a las que desde mediados de agosto Sacyl ha reforzado con una cuarta porque tienen mucho trabajo.

Gracias a su labor, cada día los datos sobre la enfermedad  llegan al Ministerio de Sanidad y a la Junta y como Castilla y León es una de las comunidades que no ha dejado de facilitar información, incluso en fin de semana, tanto Elena como sus compañeras ha trabajado sábados, domingos y festivos: «Somos las recogedoras de datos. Todas las mañanas nos llega un listado de todos los positivos de Burgos y provincia de los centros de salud, los hospitales privados, los colegios, las empresas... y los incorporamos en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica, que es desde donde se trasladan al Ministerio. También nos ocupamos del control de los brotes».

(La información completa, este lunes en la edición impresa de Diario de Burgos)