El temporal de nieve que está atravesando la península llegaba a la provincia desde su comarca más al sur. La Ribera del Duero amanecía ayer con una gran capa, con espesores de entre 15 y 25 centímetros dependiendo de la localidad, que iba aumentando a lo largo de toda la jornada, ya que las precipitaciones no cesaron hasta bien entrada la tarde.
Durante las horas matutinas, la atención estaba puesta en la vialidad en la comarca. Las carreteras principales presentaban complicaciones en amplios tramos de la A-1 y en la A-11 a su paso por Fresnillo de las Dueñas, con la prohibición de circular a camiones y vehículos articulados y la obligación de usar cadenas o neumáticos de invierno, mientras que en la N-122 en el entorno de La Vid también se registraban restricciones al tráfico. Entre las vías comarcales, las más afectadas fueron la CL-619, desde Aranda hasta el límite con la provincia de Palencia afectando a localidades como La Horra o Tórtoles de Esgueva, donde eran obligatorias las cadenas para transitarla, y la CL-603 desde la capital ribereña hasta el límite con Segovia, que es la vía de salida de municipios como Moradillo de Roa y Campillo.
En este municipio, a solo ocho kilómetros de Aranda, la estampa era de estepa nevada. Tras atravesar una carretera libre de tráfico pero con una peligrosa capa de nieve, rodeada de campos blancos y viñas casi cubiertas por el manto blanco, las calles del municipio estaban desiertas y la nieve solo estaba horadada por la furgoneta del panadero que había pasado a primera hora de la mañana. El resto, nieve y silencio (...).
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