Los datos del primer plazo de matrícula para el curso actual de la Universidad de Burgos, conocidos a mediados de julio del año pasado (el proceso incluye tres ordinarios hasta finales de mes), ya hacían prever una situación que se ha confirmado con los definitivos en relación a las calificaciones de acceso vigentes para el próximo ejercicio académico. De esta forma, la radiografía de las a veces temidas notas de corte presenta un escenario de estabilidad respecto a periodos de admisión anteriores con ligeras variaciones, tanto de ascenso como de rebajada. No obstante, tres carreras mantienen una exigencia por encima del 10 (de un total de 14), habiendo irrumpido con fuerza la recién estrenada de Psicología.

Puesta en marcha el pasado septiembre y dependiente de la Facultad de Ciencias de la Salud, esta titulación fue una de las demandadas por los preuniversitarios a tenor de las 3.000 solicitudes recibidas para sus dos modalidades de enseñanza. El último alumno matriculado en el formato presencial lo hizo con un 10,259 y con un 7,570 el que optó por el online. Por encima de esa exigente barrera vuelve a situarse Enfermería, con más de 4.000 preinscripciones iniciales para sus 85 plazas. Su nota final se ha quedado en un 11,036, frente al 11,012 de la misma fecha de 2022, pero lejos del 11,576 que requirió en el curso anterior o del 11,618 con el que cerró la primera matrícula.

La tercera titulación que presenta esta misma situación es el doble grado de Ingeniería Mecánica y Electrónica, aunque con la salvedad de que tan solo oferta 20 plazas. Para poder acceder a estos estudios se necesita como mínimo de un 10,619, aunque se trata de cinco puntos menos que en el curso actualmente en marcha. No obstante, su nota de corte se ha mantenido por encima del 10 en los últimos cinco ejercicios lectivos.

Rozando ese techo pero sin alcanzarlo se encuentra otro doble grado, cuya duración supera los cuatro años habituales, que es el de Derecho y Administración de Empresas (ADE). Con 35 vacantes y una elevada demanda por parte del alumnado, alcanza el 9,379 y también registra una rebaja anual, ya que en 2022 se situó en un 8,190, marcando su récord en 2021 con un 10,655, cuando tres años antes superaba solo en tres décimas el 7.

Los responsables académicos ya contaban con la buena acogida que tendría el grado de Psicología cuando en 2021 priorizaron su petición a la Junta respecto a otras titulaciones, salvo la de Medicina. La realidad no ha desmentido ese pronóstico y su llegada este curso a la oferta académica así lo ha demostrado al incluirse entre las carreras con mayor nota de corte del campus, pese a ser la que presenta una mayor oferta de plazas (135 vacantes). El último alumno que accedió a la modalidad presencial lo hizo con un 10,259 y con un 7,570 el que optó por la online. Esta respuesta lleva a pensar a la vicerrectora de Estudiantes, Verónica Calderón, que experimentará un nuevo crecimiento en la próxima admisión.

Ingeniería de la salud. Sin dejar de lado el campo sanitario, aunque dependiente de la Escuela Politécnica, los estudiantes de Ingeniería de la Salud se graduaron por primera vez el curso pasado. Accedieron a la carrera con una nota mínima de 6,902, que ha ido elevándose hasta su consolidación, como queda patente en la nota del actual periodo lectivo y del anterior (9,384 y 9,254, respectivamente).

La tendencia contraria se ha producido con Comunicación Audiovisual, ahora con poco más de un 5, mientras que Diseño de Videojuegos, también dependiente de la Facultad de Humanidades y Comunicación, continúa en el 8 tras escalar dos puntos desde que se implantara en 2021-2022. Calderón reconoce la rebaja en el acceso de la primera titulación, algo que se produce tras un boom inicial y que considera que puede responder a una cuestión de modas o tendencias entre los jóvenes, si bien remarca que mantiene su «buena aceptación», principalmente entre los alumnos de otras provincias o Comunidades como el País Vasco.

Los grados de la Facultad de Educación entran en este listado de notas de corte debido al creciente interés que han despertado en los últimos años, motivado en algunos casos por la sucesiva convocatoria de oposiciones. Los casos más significativos son los de Maestro de Infantil y Maestro de Primaria, con un 6,7 y un 6,6, respectivamente. La responsable académica destaca el aluvión de solicitudes de acceso recibidas en ambas carreras, al igual que la situación que se está produciendo en Ingeniería Informática, que asciende de un 5,9 a un 6,3, llegando hasta un 8,024 en la primera matrícula. Respecto a este grado, sostiene que el número de graduados no cubre las necesidades del mercado laboral actual, un escenario que se repite en los títulos de la rama de la construcción. De hecho, el doble de Arquitectura Técnica e Ingeniería Civil se coloca en una calificación mínima de un 5,194 y en un 5,4 el de Agroalimentaria y Organización Industrial.

Calderón resta importancia a las calificaciones de acceso, ya que responden a la oferta y la demanda, y remarca que la «nota media global de los alumnos que entran a cualquier grado sobrepasa generalmente el 7». Atendiendo a esos parámetros, no se plantea por ahora un ampliación de las plazas de los títulos más demandados, salvo en el caso de Enfermería, debido a que «estamos condicionados a la capacidad docente actual», poniendo como ejemplo Informática y la dificultad existente para encontrar profesorado. Su objetivo pasa por consolidar las nuevas, como también la de Tecnologías Digitales de  Miranda, y detenerse en el futuro de Matemática y Computación, para el que prevé un elevado interés.