Briviesca, tierra de oportunidades. La ciudad resurge de las cenizas de las crisis que ha atravesado en la última década -primero la del ladrillo y después la del coronavirus- cual ave Fénix y consigue hacer frente a la despoblación y romper por segundo año consecutivo con la tendencia de los últimos tiempos. Las cifras no engañan y en diciembre de 2023 alcanzó las 6.556 personas empadronadas, 152 más que en la misma fecha de 2022, y 42 nacionalidades (1.098 vecinos).
Considerada como un ejemplo de buena convivencia intercultural con casi un 17% de su población extranjera, los datos se asemejan a los del año 2009, momento en el que la ciudad contaba con casi 8.000 habitantes -concretamente 7.937 según los datos del Instituto nacional de Estadística-, el número de nacionalidades representadas llegó a las 44 y el porcentaje de inmigrantes sobre la población rondó el 25%.
Los atractivos de la ciudad han variado desde entonces y la abundancia de trabajo en fábricas y en el sector de la construcción de aquellos tiempos ha mutado en otros. Ahora, el bajo coste de la vivienda y del alquiler supone el atrayente más fuerte para que los foráneos la escojan para establecerse. El sector servicios también ha ganado peso y el número de establecimientos ha cogido un pequeño impulso. Las comunidades con mayor presencia son la rumana (280), seguida de la marroquí (241) y la portuguesa (144). A una distancia considerable les sigue la colombiana (74) y la búlgara (67).
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