El HUBU deriva prótesis a la privada por un millón de euros

G.G.U. / Burgos
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La primera gran externalización quirúrgica del año afecta a pacientes en lista para implantes de cadera y/o rodilla, aunque todavía no especifica a cuántos. A la vez, Sacyl paga peonadas

Foto de archivo de una colocación de prótesis en el HUBU, que en los últimos años externaliza parte de estas cirugías. - Foto: Jesús J. Matías

El HUBU volverá a pagar cerca de un millón a la sanidad privada (945.500 euros) por la derivación de pacientes en lista de espera para que les coloquen una prótesis de cadera y/o de rodilla. Es decir, que aunque todavía no se ha especificado cuántas cirugías se externalizarán, todas corresponden al servicio de Traumatología; especialidad en la que el hospital sí ha conseguido este año que haya peonadas (actividad que se hace finalizada la jornada ordinaria y que se remunera aparte del salario), que también deriva a San Juan de Dios  (solo juanetes) y para la que Sacyl prepara un macroconcierto en toda Castilla y León por valor de 34 millones.

La Consejería de Sanidad justifica semejante presupuesto en externalizaciones a clínicas y hospitales privados en la urgencia de aligerar las listas de espera, sobre todo después de que la pandemia por coronavirus -o mejor, dicho, la decisión de suspender todas las operaciones que no fueran prioritarias a causa de la crisis sanitaria- provocara un atasco solo visto con anterioridad en circunstancias muy concretas. 

En Burgos, de hecho, la única vez que se había vivido algo parecido fue tras el traslado del Yagüe al HUBU, que se produjo en junio de 2012, pero el pico máximo de demoras se alcanzó a finales del 2012, con 6.516 operaciones acumuladas y, de estas, 2.045 correspondían a Traumatología. Esta cifra, récord para la especialidad, se igualó en la pandemia (2.042 en el tercer trimestre del 2022), pero las demoras medias para entrar en quirófano se alargaron hasta alcanzar casi el año (308 días, de media reconocida por Sacyl, aguantaban los pacientes de Traumatología en el primer trimestre del 2022). Con los últimos datos actualizados (de finales de 2023, porque aún no se ha informado del balance del primer trimestre del 2024), Traumatología tenía 1.082 intervenciones atascadas, con una espera media de 168 días.

Dejar atrás la pandemia ha costado en todo el HUBU, que en el invierno del 2022 llegó a rebasar su propio máximo global de operaciones atascadas, con 7.332 -casi mil más que en lo peor del 'postraslado'- y nadie puede negar que la situación se está reconduciendo a base de dinero: pago de peonadas (suspendidas en 2012 porque Sanidad consideró que se prestaban «a la picaresca») y externalizaciones a la sanidad privada como en pocas ocasiones antes se había hecho.

La Consejería de Sanidad no solo admite esta realidad, sino que en la memoria justificativa del macroconcierto que tramita para todos los servicios de Traumatología de la región lo usa como argumento. «Se pone de manifiesto que, tras un fuerte descenso durante el período 2019 - 2021, se ha producido un importante ascenso de la actividad quirúrgica [de Traumatología] externalizada a la sanidad privada», dice, explicando que el aumento se debe a la necesidad de «paliar el fuerte incremento de la lista de espera» y avanza que «se prevé que en un medio plazo (3-4 años) resulte imprescindible acudir, en mayor medida que hasta ahora, a la sanidad privada para que complemente a la pública, ante la insuficiencia de los medios propios de Sacyl y poder reducir más esta lista de espera tan elevada».

Precios homogéneos. Por estas mismas razones ha vuelto a autorizar a la gerencia del HUBU que presupueste casi un millón de euros para contratar cirugías de Traumatología con la sanidad privada a la vez que se tramita el acuerdo marco autonómico, cuyo objetivo es facilitar y agilizar este tipo de procesos en los próximos cinco años y, también, homogeneizar los precios que se paga por cada operación externalizada.

El HUBU no ha detallado todavía cuántas operaciones va a encargar a la sanidad privada, pero en 2023 fueron 175, de las cuales cien eran de pacientes con necesidad de prótesis de rodilla y el resto, de cadera. Por cada una de las intervenciones contratadas para sustituciones de la articulación de la pierna (a causa de gonartrosis y de artritis reumatoide) pagó 5.030 euros, mientras que por cada colocación de cadera (por osteoartrosis, coxitis, necrosis o artritis reumatoide) pagó 5.900 euros.

En el concierto autonómico, Sanidad mantiene estos precios en algunos supuestos, pero si la prótesis la compra Sacyl los rebaja a 3.363 y a 3.319 euros .