A ratos parece un dj, liado con sus teclados, hiperactivo sin disimulo, electrónico, ajeno a este mundo. Pero al momento vuelve a convertirse en ese ser terrenal que canta M y te dan ganas de achuchar y decirle 'no pasa nada, tranquilo, todo se va a arreglar y vais a volver a ser dos'. 

Y no sabes con qué Ferreiro quedarte. Porque al primero lo añoras, pero bien es cierto que hace ya casi 20 años que desaparecieron Los Piratas y hay que pasar página y mirar hacia adelante. Y el segundo ha asumido esos riesgos a los que otros no se atreven, ha salido de su zona de confort para evolucionar y ha conseguido lanzar temas tan peculiares como La humanidad y la tierra, en el que samplea la famosa sintonía del programa de Félix Rodríguez de la Fuente, el naturalista y comunicador de Poza de la Sal que a saber qué pensaría hoy, no de formar parte de una canción, sino del planeta que tenemos hecho unos zorros.

No ha sido el único hombre de la tierra que ha aparecido en el concierto de Iván Ferreiro, quien ha sacado al escenario a Javier Ajenjo para felicitarle por sus 50 años y, tras cantarle a coro con el público el Cumpleaños feliz, se han fundido en un abrazo no sin antes agradecerle que le invitara a formar parte de una rueda que no ha dejado de girar. "Por él entramos en los festivales", ha dicho el músico gallego, agradecido.

- Foto: Valdivielso

Entre sus dos mundos ha ido jugando Iván Ferreiro, ayudado de la iluminación y con la complicidad de su banda, para presentar piezas de su nuevo disco, Trinchera Pop, como la de la música de El hombre y la tierra o en El Alambre. "¿Estáis bien?", ha preguntado y la respuesta se ha solapado con los primeros acordes de Turnedo, el momento cumbre de la noche. 'Desde aquí, desde mi casa...'.

Ha acabado Iván Ferreiro con En las trincheras de la cultura pop, también de su nuevo trabajo, con un final abrupto, quizás el más adecuado para un concierto con algunas partes extrañas por experimentales y otras sublimes por clásicas y magistralmente interpretadas, pero que no va a dejar indiferente a nadie. El equilibrio es imposible.