De una noche marcada en rojo en el calendario de Kylian Mbappé ante un rival al que le había marcado seis goles en cuatro partidos, a exponer en el clásico su dubitativo arranque de temporada en el Real Madrid. El galo cayó hasta en ocho ocasiones en fuera de juego y perdonó tres mano a mano ante el Barcelona que ponen de relieve las dudas sobre su rendimiento.

Un arranque de su «sueño de jugar en el Real Madrid» que no está iniciando de la mejor manera posible. Son ya un total de 14 partidos en los que ha anotado ocho goles y con solo un destello, en su gran tanto desde fuera del área contra el Celta de Vigo.

Sin ser un factor diferencial aún en el conjunto merengue, el duelo frente al eterno rival aparecía como su oportunidad para ser su gran noche, y acabó siendo una de las peores; expuesto por los fueras de juego.

No fueron pocas las ocasiones en las que el de Bondy acabó en posición antirreglamentaria contra el cuadro de la Ciudad Condal. La 'trampa' que implantó Flick en su Barça, volvió a ser ejecutada a la perfección y el francés cayó de forma reiterada.

Tanto que casi iguala su cifra de fueras de juego en sus 13 partidos anteriores -nueve- y solo en un encuentro        -frente al Espanyol- le habían pitado más de uno -dos-.

No estuvo fino Mbappé a la hora de buscar la debilidad de la defensa de la escuadra catalana y aprovechar su gran velocidad, que no le obliga a tener que vivir tan en el alambre, pero no hubo conexión con los pasadores ni buena colocación.

Tampoco tuvo buena puntería cuando estaba en posición legal. Es más, solo superó a Iñaki Peña en dos ocasiones cuando partió en fuera de juego, ambas con grandes definiciones: una picada y un disparo potente cruzado; buen hacer que no pudo repetir cuando fue capaz de arrancar de manera correcta.

En el comienzo del partido se produjo ya la imagen que se iba a repetir durante la contienda: un mano a mano fallado por el campeón del mundo en 2018. Igual que la situación en la que en 2022 anotó con la camiseta del PSG en el Santiago Bernabéu, encaró al portero rival y buscó el palo corto: con el PSG superó a Courtois y frente al Barça mandó el balón al lateral de la red.

La primera acción de peligro llegó en el minuto dos, anulada por fuera de juego y desaprovechada por un Mbappé que fue superado en la segunda mitad por el meta culé Iñaki Peña.

Tres mano a mano que no acertó a definir. Dos de ellos de cara a portería en las que estrelló el balón en el cuerpo del portero y otra escorado a la izquierda en el que buscó el primer palo sin demasiada fortuna.

Además, fueron dos oportunidades, con aún 0-2 en el marcador, que podrían haber cambiado el devenir de un partido que acabó en goleada y con Mbappé como uno de los señalados.

Marcado por su falta de acierto de cara a portería, por sus ocho veces en posición antirreglamentaria y por su poca participación en el juego, con solo 11 pases intentados, fue el futbolista que menos intentó de los titulares en el clásico. Mbappé no termina de encontrar su mejor versión.