Un cerezo que jugaba al fútbol

A.C. / Quecedo
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Los participantes en el campeonato de Radio Valdivielso han convivido dos décadas en Quecedo con el árbol en el terreno de juego, todo un símbolo de deportividad que una tormenta quebró el sábado y ahora quieren recuperar

El cerezo apareció partido tras la tormenta del sábado. / Todos los equipos que participaban en el campeonato de Radio Valdivielso se hacían la foto con el árbol de fondo.

Era un símbolo para los centenares de jugadores que han pasado por las 23 ediciones del Campeonato de Fútbol de Radio Valdivielso cada verano -solo dos se trasladó sin éxito a La Helguera de Población-. Todos tuvieron siempre un compañero impasible que mantenía la misma posición en un lateral, pero dentro del terreno juego. Ese era el cerezo del campo de Quecedo, que incluso daba nombre al campeonato. El sábado una tormenta quebró su tronco hueco y viejo, aunque este verano todavía había dado cerezas. Son muchos los que lo lamentan y desde Radio Valdivielso les han invitado a proponer ideas para rescatarlo. 

Jokin Garmilla, director de Radio Valdivielso y promotor con su hermano Ander el Campeonato desde 2001, apenas unos meses después del arranque de las emisiones de Radio Valdivielso, es uno de los apasionados por el cerezo. «Simbolizaba que la victoria en los partidos no era tan importante y que no había que tomárselo tan en serio, puesto que había un cerezo en el campo», resume.

Recordaba además el respeto a la naturaleza y a la tradición frutícola de Valdivielso, donde llegó a haber un millar de cerezos ya desaparecidos en muchos casos. Así lo creía también Franco Heiler, un joven argentino al que la vida trajo un tiempo al Valle, donde jugó al fútbol junto al cerezo para después dar la vuelta al mundo. Recordaba en redes sociales «la importancia de respetar la naturaleza, de adaptarnos y no adaptar la misma a los caprichos humanos de deforestar por ocio». Como muchos, mostraba el deseo de que el frutal rebrote y, si no es posible, replantar otro. Era su respuesta al llamamiento de Radio Valdivielso para aportar ideas con el fin de revitalizar el símbolo del cerezo quebrado. Algunos proponían incluso hacerle un pequeño espacio homenaje, como al córner de los antiguos campos de Sport del Sardinero.

Este verano se enfrentaron 19 equipos de todas las edades en el torneo. Como mandaba la tradición, todos pasaron por el escenario icónico del cerezo para hacerse una foto que les recordase esta edición. Este año jugaban hasta dos generaciones de futbolistas, ya que muchos de los que empezaron disfrutando del campeonato de niños han sido padres y han compartido partidos con sus hijos.
Jokin Garmilla, que fue alcalde de Valdivielso durante ocho años, explica que el terreno de juego pertenece a propietarios particulares muy difíciles de localizar, lo que impide al Ayuntamiento invertir en un campo de fútbol en ese espacio, donde se acerca el heladero, se pone barra de bar y hasta hay puesto de venta de ropa cada agosto.

El verano ha terminado en Valdivielso con el cerezo roto, pero con la mochila llena de experiencias gracias al programa de cultura y ocio de Échale Cuento, que promueve Radio Valdivielso. La obra de teatro Las fiestas, de Vengavamosboys, la actuación del cantante y compositor Javier Álvarez o el momento cumbre de cada estío, la ruta del cuentacuentos, que esta vez descubrió los rincones más bonitos de Puentearenas, quedan para el recuerdo.

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