Evitar conflictos y que el macrobotellón que suele producirse en el parque del Parral no se vaya de las manos. Estos dos son los dos principales objetivos que tiene la Policía Local para el próximo viernes en lo que será, o al menos eso creen los mandos, uno de los Curpillos más multitudinarios de la historia. Los burgaleses tienen muchas ganas de pasarlo bien tras dos años de sequía y en ocasiones eso es sinónimo de excesos. Así pues, el cuerpo municipal casi duplicará su presencia en las calles, principalmente en este entorno. A este dispositivo se sumará un incremento considerable de efectivos de la Nacional, Protección Civil y seguridad privada.
La Policía Local desplegará 16 agentes por turno a mayores al servicio que habitualmente pone en las calles, que es de 25. Es decir, que serán cerca de medio centenar de efectivos los que velen por los ciudadanos que se acerquen al Parral. Especial atención, recalca la concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, pondrán en las horas centrales del día. Es decir, al mediodía y a primera hora de la tarde, cuando está previsto que haya más masificación de personas en el recinto.
Entre las novedades del operativo de seguridad destaca la intervención de los policías de la unidad de drones, que volarán desde las piscinas de San Amaro los dispositivos en varios momentos del día para, precisamente, el control de aforos y, sobre todo, localizar las posibles peleas que puedan originarse. Esto les permitirá ubicar con mayor precisión dónde se producen los altercados. Será una prueba de fuego de cara a la segunda cita de este mes, los Sampedros, donde está previsto que también utilicen estos aparatos en cuestiones de seguridad ciudadana.
Todas estas funciones se harán en estrecha colaboración con la Policía Nacional (...).
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