El coche eléctrico no termina de arrancar en España. La migración hacia este tipo de vehículo se ha estancado en nuestro país y no avanza al ritmo deseado, ralentizándose en este 2024. Pese a las grandes inversiones realizadas para su impulso, en torno a 1.550 millones de euros, la venta de automóviles electrificados hasta agosto bajó un 3,4% respecto a los ocho primeros meses del año pasado, pasando de 78.488 a 75.908. Además, el sector experimentó una reducción de su cuota sobre el total de coches nuevos matriculados.
Esta industria, que comprende turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses eléctricos o híbridos enchufables, mantuvo en España una tendencia a la baja, situando su cuota en el 9,4% de todos los coches vendidos, frente al 10,35% que tenía en el mismo período del ejercicio anterior. En oposición a esos casi 76.000 medios de transporte electrificados, hasta agosto se matricularon 270.331 de gasolina, el 33,53% del mercado, y 189.245 diésel, que supusieron el 23,47%.
En este sentido, la patronal de fabricantes de automóviles, Anfac, consideró que, con una cuota conjunta en las ventas en torno al 10% y unas entregas mensuales cercanas a las 7.000 unidades, se está muy lejos de poder cumplir los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). Este proyecto fija como propósito que en España haya 540.000 vehículos eléctricos enchufables en 2025 y 5,5 millones en 2030, previsión esta última inalcanzable en caso de seguir con la evolución actual.
Según el informe del Parque de Automóviles de 2023, en el territorio nacional había 339.125 coches eléctricos al finalizar el año, un 50% más que en 2022. Sin embargo, solo suponían el 1,3% de todo el parque automovilístico.
Uno de los grupos de vehículos que más aumentó sus ventas en los ocho primeros meses de 2024 fue el de los híbridos no enchufables (coches que recargan la batería mientras se conduce, por lo que no están entre los electrificados) con un incremento del 24,4%, sumando 248.853 unidades, superados solo por los de gasolina. Los eléctricos sí se situaron levemente por encima del diésel, que registró 68.489 unidades vendidas.
Los que no terminan de tener un buen comportamiento de mercado son los híbridos enchufables, rebasados por las ventas de eléctricos puros, que vendieron hasta agosto 31.665 unidades, un 2,53% más, aunque su cuota descendió ligeramente respecto al mismo lapso del año anterior.
Trabas para la expansión
Detrás de un problema siempre existen causas que lo originan. En este caso, los principales frenos para la extensión del coche eléctrico en España residen en los puntos de recarga, una menor autonomía y un mayor precio de estos turismos frente a los de combustión.
Según el Barómetro de Anfac, los lugares que suministran energía a estos vehículos aumentaron un 10% en el primer trimestre, hasta los 32.422 de acceso público operativos; un ritmo de expansión que, según la asociación, no permitiría cumplir la previsión para 2024 de finalizar con 64.000 puntos de recarga.
Asimismo, el coste ha sido hasta ahora otra de las limitaciones para que este sector se consolide, aunque la llegada a España de modelos chinos, como los MG del fabricante SAIC, el Dolphin de BYD o el Lynk&Co, a precios sensiblemente más baratos, está intentando cambiar el panorama.