Ana ya no sabe si reír o llorar. El de ayer de madrugada fue el quinto robo que sufre en su bar de la calle Progreso desde el año 2020. Los cacos la han cogido con su negocio, aunque ayer les salió el tiro por la culata, porque entraron pero no pudieron salir. Una patrulla de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional los sorprendió mientras manipulaban la caja y los llevaron detenidos a los calabozos, donde pasaron la noche. Pasarán a disposición judicial en las próximas horas como autores de un delito de robo con fuerza en grado de tentativa.
Eran las 2,30 horas de la madrugada del viernes cuando dos hombres delgados y ataviados con sudaderas y bragas de cuello se acercaron a la entrada del local hostelero. Sacaron una barra de uña, levantaron la puerta haciendo palanca con dicha herramienta y desencajaron las bisagras.
Una vez en el interior, tenían que moverse rápido para afanar todo lo que pudieran en el menor tiempo posible. Pero no eran demasiado hábiles. Nada más entrar se colaron detrás de la barra en busca de la caja registradora, con el fin de llevarse el dinero suelto que allí hubiera. Pero no dieron con la tecla. Estuvieron más de cuatro minutos dándole vueltas para abrirla y no lo consiguieron.
Ana, la propietaria, muestras los daños que los ladrones causaron ayer a la puerta del local. - Foto: Miguel Ángel PortillaMientras tanto un vecino se dio cuenta de lo que ocurría y llamó al 091, el que conecta directamente con la Comisaría. Si el testigo hubiera contactado con el 112 se hubiera perdido un tiempo precioso y quizá la patrulla que se puso en marcha para acudir al lugar no hubiera llegado a sorprender a los delincuentes in fraganti. El caso es que sí lo hicieron.
(Más información, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)