Afean al HUBU que no cite en plazo ni a enfermos oncológicos

G.G.U. / Burgos
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El Procurador del Común destaca que las «particularidades» del cáncer exigen agilidad también fuera de Oncología

El Defensor del Pueblo en Castilla y León ha criticado en varias ocasiones consecutivas las demoras del HUBU. - Foto: Patricia

El Procurador del Común (el Defensor del Pueblo en Castilla y León) vuelve a sacar los colores a la dirección del HUBU por la gestión de las listas de espera y, en concreto, porque no se respeten los plazos de prioridad establecidos para las citas -normal o preferente- ni con los enfermos oncológicos. En una resolución recién emitida, Tomás Quintana recuerda que «las particularidades de esta enfermedad hacen que deba tenerse una especial sensibilidad en la forma de abordar su asistencia. La existencia de tiempos en espera prolongados respecto a la citación, la realización de pruebas y la comunicación de resultados puede constituir un obstáculo para el adecuado abordaje [del cáncer]». Y concluye pidiendo que se busque la forma de «agilizar la atención» a estos pacientes en todos los servicios y no solo en los de Oncología.

Quintana especifica en la resolución que una persona con cáncer y «con necesidad» de una colonoscopia antes de una fecha concreta, no solo tuvo que reclamar para que se la hicieran dentro del plazo indicado por un especialista del mismo servicio -Digestivo-, sino que los resultados de esta prueba diagnóstica «fueron valorados tres meses después de la realización». A esto se añaden «ocho meses» para una cita en la Unidad del Dolor,  «200 días» para una consulta «preferente» en Dermatología o «más de un año» de espera en Traumatología desde la realización de una ecografía hasta la valoración de la imagen por el especialista...

El Procurador juzga estos plazos «excesivos» para todos los pacientes, pero máxime para alguien con cáncer. «En este caso concreto no podemos obviar la patología de la paciente», dice, recordando a continuación que «el paciente oncológico requiere de una atención multidisciplinar y precisa de una respuesta integral que mejore su calidad de vida, en cualquiera de las etapas de la enfermedad en las que se encuentre». Y añade algo obvio para cualquiera pendiente de un resultado, pero, de nuevo, exacerbado en el caso de un posible tumor maligno: «Los tiempos de espera dilatados generan inquietud, por los efectos que estos retrasos pueden tener en el avance de la enfermedad, en sus posibilidades de supervivencia y, especialmente, por la percepción de la espera como una pérdida de oportunidad o de ausencia de una actividad paralela que pueda atender a sus necesidades asistenciales».

Además de las peonadas. Por estas razones, Quintana pide -una vez más- que la Consejería de Sanidad «refuerce las medidas que actualmente están aplicando»; es decir, las peonadas -técnicamente conocidas como autoconcertación-, que el Procurador valora y reconoce como una evidencia de «los esfuerzos realizados» para mejorar las listas de espera.

Pero esta vez también reclama en sus conclusiones que se pongan en marcha «otras diferentes». Y, es más, que se «arbitren los medios, tanto personales como materiales que se consideren necesarios» para reducir demoras y agilizar listas en general. Pero más en los enfermos oncológicos.

Y termina dando la razón a la persona que presentó esta queja, pidiendo al HUBU que intente - «siempre que no sea imposible» que un mismo especialista haga seguimiento al enfermo de cáncer.