Las obras de rehabilitación arquitectónica del Castillo se han retomado después de mes y medio paradas para redactar un modificado del proyecto. Ahora la empresa adjudicataria, Urcotex, confía en que tomen ritmo y puedan concluir a final de año al estimarse que restan ocho o nueve meses de trabajo.
Se iniciaron el 13 de julio y se pararon a comienzos de diciembre para mejorar la durabilidad de los materiales previstos para la recreación histórica en altura del palacio de Alfonso X, una propuesta muy novedosa empleada en exposiciones temporales, pero que nunca se ha usado para que se mantuviera en el tiempo. Ello ha obligado a realizar pruebas para garantizar su resistencia al viento y evitar la oxidación en un futuro. «Nunca se ha construido este tipo de estructura, de malla de acero, para que sea permanente dado que todas las experiencias de este tipo de recreaciones son estructuras temporales que se desarman. Se ha cambiado el tipo de unión y revaluado toda la construcción», subrayó el arquitecto municipal Antonio Cámara.
El equipo redactor del proyecto, AJO Taller de Arquitectura y AU Arquitectos, tenía previsto entregar hoy o el lunes el modificado del proyecto, que encarecerá la obra entre un 12 y un 15%, sobre el precio de adjudicación que fue 2.243.596 euros (IVA incluido). Los trabajos se han centrado hasta ahora en la remodelación de las canalizaciones y suministros. También se remodelan las salas de formación (zona antigua)que estarán climatizadas y que incluirán los servicios y la cafetería. Se mantendrá el exterior de madera. Al mismo tiempo se actúa en los dos pabellones nuevos, también de madera, en los que irá la zona de exposición. «Uno se centrará en el desarrollo histórico pero a través de los personajes históricos y el otro, que acogerá contenidos digitales, se mostrarán la evolución de la fortaleza y el desarrollo de la ciudad», añadió.
En cuanto a la zona de pasarelas se mantendrán las existentes aunque se añade una zona sin barreras. En el patio de armas (zona central) se recreará la batería de Napoleón, el conjunto de piezas de artillería dispuestas para hacer fuego. Y se potenciarán los aljibes, galerías subterráneas y el pozo que ya existen, además del propio cerro que conserva intacto un campo de batalla del siglo XIX.
Ya se puede apreciar la estructura de la pérgola que irá en la zona de recepción de los visitantes, que se situará junto a la actual puerta de entrada. Habrá una entrada nueva a la fortaleza en la zona que da al mirador. «Se quitarán cinco árboles enfermos para generar un punto de visión desde el mirador para que se vea desde abajo».
Una parte del recorrido discurre entre las murallas, fuera del patio de Armas, que será gratuito y en que se explicará en paneles la historia del Castillo. Posteriormente, habrá otro en el que será necesario abonar una entrada por el interior. «El objetivo es ofrecer a los ciudadanos un contenido y ser un atractivo para entrar en el interior».
La actuación obligará a cerrar el recinto durante el verano y mientras se trabajará en el contenido de la musealización, lo que le corresponderá al área de Cultura.