Se dispara la compra de pisos a tocateja

DIEGO PÉREZ LUENGO / Burgos
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Se ha duplicado en tres años. En 2023 se registraron 4.535 operaciones de compraventa en la provincia de Burgos, de las cuales 1.950 se pagaron al contado y 2.585 conllevaron una hipoteca

Residencial Santa Bárbara, en el antiguo parque de Artillería. - Foto: Jesús J. Matías

La adquisición de una vivienda en dinero contante, es decir, sin necesidad de una hipoteca, es un procedimiento que puede parecer poco habitual pero que sin embargo lleva a cabo un buen porcentaje de burgaleses. Concretamente en 2023 fueron un 43% las compras que se realizaron a 'tocateja' en la provincia de Burgos, un 15% más que la media nacional. Sus causas son variadas y van desde los altos tipos de interés hasta la adquisición de segundas residencias en el norte de nuestro territorio.

En el conjunto de España el fenómeno de pagar una casa al contado ha llegado a máximos en el arranque de este 2024, pero el año pasado ya registró cifras altas que se concentraron en dos contextos muy diferentes: el primero se dio en lugares donde la vivienda es muy cara y acuden grandes inversiones de fuera o, como pasó en Burgos, la vivienda se encuentra a un precio más asequible y que no ha subido demasiado en comparación con otras provincias.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) se contabilizaron a lo largo del año pasado 4.535 compraventas de pisos o casas en la provincia de Burgos, de las cuales 2.585 conllevaron la firma de una hipoteca. Al hacer la diferencia entre estos dos datos quedan 1.950 operaciones que se pagaron al contado. Este 43% se sitúa un 8% por encima de las cifras del 2022, donde se registró el porcentaje más alto de la última década.

Las razones de esta subida, según la Asociación Usuarios Financieros, se centran en los altos tipos de interés de las hipotecas, el valor refugio del ladrillo o el «efecto expulsión» que se experimenta en zonas como el País Vasco, donde algunos de sus habitantes acuden a localidades del norte burgalés para adquirir segundas residencias por la diferencia de precios.

En ciudades como Burgos, como explica Antonio Luis Gallardo, responsable de estudios de Asufin, también influye que «sigue habiendo vivienda accesible y se permite pagarlo en la totalidad o en algunos casos dejando cantidades muy pequeñas que no llegan a pasar por hipoteca y lo hacen como préstamo personal, quedando computado como dinero en efectivo».

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