Comerse la vida a canciones

ALMUDENA SANZ / Burgos
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Diana Tobar relanza su carrera musical con un nuevo proyecto, Didi, vencida la crisis que sufrió tras su paso por 'Operación Triunfo' en 2009. Su primer sencillo, 'Lo que toca', sale el 14 de febrero

Diana Tobar planea publicar nuevas canciones cada tres o cuatro meses y espera organizar un concierto de presentación en breve en su ciudad. - Foto: Patricia

Diana Tobar quiere volar, soñar, divertirse, reírse a carcajadas y bailar. Todas estas ganas de comerse la vida se reflejan en Lo que toca, la primera canción de Didi, su nuevo proyecto musical, con el que relanza una carrera que se truncó, y la paralizó a ella, tras su paso por Operación Triunfo en el año 2009 y la fama desmedida que la llevó a sufrir una crisis personal profunda durante seis años. Un tiempo del que, con ayuda de un profesional, salió para recuperar su día a día, el de una chica normal que desde pequeña quiso ser artista, sin conocer el precio que podría pagar por ello, y que presume de ser burgalesa y de su pueblo, Ciruelos de Cervera. 

«Quería hacer un tema alegre que todo el mundo se pudiera llevar a su terreno, un himno, una declaración de intenciones: he pasado una época mala y ahora ya me toca bailar. Basta de ponernos barreras, vamos a lanzarnos», destaca sobre esta canción totalmente pop que espera que sea un subidón para quien la escuche. 
Tras el lanzamiento en plataformas digitales el 14 de febrero, planea organizar un concierto de presentación en Burgos para, en parte, devolver todo lo que su familia y amigos burgaleses la han apoyado a través del micromecenazgo que orquestó para financiarlo. No hay ningún sello detrás. Se lio la manta cabeza y lo afronta sola, con la ayuda de Carlos Almazán en la producción y composición. Su hoja de ruta es publicar un nuevo sencillo cada tres o cuatro meses, reunirlos en un disco, iniciar una gira y, por qué no, tentar a Eurovisión. Sin prisas. Sin plazos.

Después del bache, se toma la vida con cautela, intenta disfrutar de cada cosa que emprende. Sea en el mundo de la música; de la interpretación, en el que se volcó tras salir a flote; o de la enfermería, que desempeñó en pandemia y sigue desarrollando. 

Su pasión por los escenarios viene de lejos. De pequeña se recuerda diciendo eso de 'mamá, quiero ser artista'. Lo tuvo muy claro. Tras pasar por varios programas infantiles, en Operación Triunfo vio una puerta de entrada. Se apuntó al casting. La primera vez la echaron para atrás. A la segunda fue la vencida. «Ahora mismo te digo que tampoco estaba preparada, pero me doy cuenta ahora». Reconoce que fue muy feliz dentro, pero nunca imaginó lo que la aguardaba fuera. «Se vivió de manera descomunal y me sobrepasó. Una vez que salimos del programa nadie nos asesoró, nos soltaron y hasta luego». 

Pasó el trago y consiguió emocionarse de nuevo con Venus, un grupo con otras dos colegas. Todo iba sobre ruedas, sonaban en las radio fórmulas e incluso estuvieron a un paso de ir a Eurovisión, hasta que una se bajó del carro. Hasta ahí todo iba bien, pero a los dos años todo cambió. «De la noche a la mañana, empecé a encontrarme mal. De ser la persona más risueña y extrovertida a sentir un vacío que no entendía, empecé a tener mucha ansiedad, sin saber lo que era, y acabé con una depresión gigante que me paralizó seis años. Estuve, de verdad, muerta en vida», recuerda esta etapa ya superada y desea que su testimonio y Lo que toca ayude a quien esté ahora en ese hoyo.