La crisis de la COVID-19 ha visibilizado el abordaje de la muerte y la necesidad de un acompañamiento integral, humano y cálido a las personas que se encuentran al final de la vida y a su familia. De hecho, los profesionales que forman parte del programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas de la Fundación “la Caixa” han vivido un año de alta intensidad. Nacida en 2009 como una iniciativa pionera en la atención emocional y espiritual en los cuidados paliativos, procesos de final de vida y duelo, el programa ha atendido en Castilla y León a 7.512 pacientes y 16.257 familiares.
Sin embargo, 2020 ha sido el año más intenso que han vivido los profesionales de los 44 EAPS (Equipos de Atención Psicosocial) que a día de hoy actúan en 132 hospitales de toda España y 133 unidades de apoyo domiciliario. Estos grupos están formados por 230 psicólogos/as, trabajadores/as sociales, enfermeros/as, médicos, agentes pastorales, y más de 1.000 personas voluntarias.
En Castilla y León, el programa actúa en siete centros hospitalarios y ocho equipos de soporte de atención domiciliaria, a través de dos EAPS. Por un lado, el de Salamanca, perteneciente a la ACPD (Asociación para el Desarrollo de los Cuidados Paliativos y el Tratamiento del Dolor) trabaja en el Hospital Universitario de Salamanca-Los Montalvos, el Hospital Universitario Río Hortega (Valladolid), el Complejo Asistencial de Ávila, el de Zamora y en siete equipos de atención domiciliaria. El equipo, encabezado por el doctor Francisco Vara, está formado por cinco psicólogos y dos trabajadoras sociales y el pasado año atendió a 869 pacientes y 1.549 familiares.
Por otro lado, más joven es el EAPS de Burgos, que empezó a funcionar en 2015. Pertenece a la Fundación Burgos por la Investigación de la Salud, e interviene en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU), el Hospital Santos Reyes de Aranda de Duero, el Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro y en un equipo de soporte de atención domiciliaria. Dirigido por el doctor Javier Arias, cuenta con dos psicólogos y una trabajadora social que atendieron a 266 pacientes y 475 familiares en 2020.
La atención al final de la vida y al duelo en circunstancias extremas como las que se han producido a raíz de la pandemia ha sido objeto de trabajo de los profesionales del programa que han tenido que aumentar sus esfuerzos para mantener su labor asistencial en unas condiciones muy difíciles. En estas circunstancias los EAPS han incrementado su labor acompañando a personas que se encontraban en situación de final de vida y también a las afectadas por la COVID-19, sus familiares y los profesionales que las atendían. En 2020, los dos EAPS de Castilla y León han atendido a un total de 1.135 pacientes y 2.024 familiares.
Los duros meses de pandemia han provocado que un tema tabú como la muerte fuera más visible para la sociedad. Verónica Linares, psicóloga, aporta su visión tras lo vivido durante la crisis: «Una de las cosas que hemos detectado es la necesidad de ofrecer una atención integral del enfermo. Se atiende el cuerpo y la salud y es un reto pasar a un paradigma más psicosocial».
En este sentido, la labor de los EAPS también ha tenido más visibilidad y valoración en el ámbito sociosanitario, generando algunas transformaciones en las formas de acompañamiento, como el uso de formatos on line para atender en la distancia; el impulso de nuevas iniciativas para cubrir emergencias y nuevas realidades, y también en el modelo de colaboración con los profesionales sanitarios.