Alberto Molinero está cerca de cumplir sus tres primeros meses dentro de la guía gastronómica más prestigiosa del mundo. El pasado 28 de noviembre, el cocinero mirandés recibió en Barcelona la primera estrella Michelin para su restaurante Erre de Roca. El reconocimiento premió su trabajo en los fogones y las repercusiones en su negocio aún las perciben, porque «tenemos el comedor lleno a un mes vista», afirma el empresario, quien también repara en el tipo de clientela que se acerca a probar sus platos, porque «aproximadamente siete de cada diez comensales a los que atendemos son de fuera de Miranda», reconoce.
El chef no olvida a sus vecinos y ensalza que «la gente de aquí para nosotros es fundamental e incluso tenemos personas que repiten», pero tampoco oculta que dada la población de la ciudad «ese plus de nuevos clientes es muy importante para este tipo de locales». Molinero asume que la supervivencia pasa por este refuerzo de personas, que en la mayoría de los casos «se acercan por la estrella y el posicionamiento que nos ha dado fuera», admite. En este sentido, el propietario del Erre de Roca reflexiona sobre el tirón gastronómico que aporta la guía y la relevancia que tiene para la ciudad, «ya que hay gente que viene con viajes organizados para conocer restaurantes en el norte de España, pero aprovechando la visita también se da una vuelta por la ciudad», puntualiza el empresario.
El cocinero ensalza la llegada de clientes de otros puntos, principalmente del mapa nacional, y así explica el nivel de ocupación actual. Aun así, admite que imaginaban que el suflé de montarse en la estrella no iba a durar tanto, «y pensábamos que iba a ser cosa de dos o tres meses, pero para marzo ya estamos prácticamente completos, salvo algún hueco entre semana, y además tenemos buenas perspectivas hasta verano», apunta el mirandés, que también distancia el momento que viven ahora con «el boom de diciembre cuando fue increíble la respuesta que tuvimos», ensalza.
Para mantener el nivel, el propietario del Erre de Roca tampoco pierde de vista lo importante, que pasa mantener el nivel dentro de los fogones. «Estamos con el menú que nos dio la estrella, pero sí que hemos ido cambiando algunos platos», detalla Molinero, quien afirma que da mucha importancia a los platos de temporada, «por lo que a partir de primavera incluiremos algunos cambios más», avanza el cocinero que consiguió para Miranda su segunda estrella, después de la lograda por Alejandro Serrano en 2021.