El San Pablo y el Grupo Ureta Tizona se ejercitaron ayer en El Plantío para continuar con la puesta a punto de cara al inicio de la temporada. Ambos lo hicieron con todos sus efectivos disponibles después de haber salvado su primer amistoso sin sustos en forma de lesión y ya miran al derbi burgalés del viernes -21.00 horas- en el Coliseum, correspondiente a las semifinales de la Copa de Castilla y León.
El equipo dirigido por Lolo Encinas echó a andar el 28 de agosto y, hasta el momento, no ha tenido que lamentar ninguna baja. El único inconveniente fue la llegada más tardía de Jonathan Kasibabu por temas burocráticos, pero el pívot congoleño ya está integrado en la dinámica del equipo. De hecho, participó junto al resto de sus compañeros en la victoria del pasado sábado frente al Juaristi.
El Tizona, por su parte, sí que ha tenido más contratiempos en este período de preparación, pues Jacobo Díaz sufrió un golpe durante un entrenamiento que le fracturó la nariz, Garmine Kande se hizo daño en el tobillo y Abdou Thiam tuvo una contractura muscular. Todos ellos están ya listos para competir.
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