Aquella tarde fatídica del 14 de mayo de 2022, cuando el Hereda San Pablo consumó su descenso ante el Urbas Fuenlabrada, Álex López vestía de verde y estaba en el banquillo visitante. Fue 'verdugo' y presenció en primera persona la caída del proyecto azulón a la LEBOro. Tras el pitido final, se acercó a dar ánimos a los jugadores, al cuerpo técnico y al presidente. «Estaban rotos. Está mal decirlo, pero me daba más pena en ese momento que hubiera descendido Burgos que la realidad de que el Fuenlabrada se salvara», recuerda el escolta tinerfeño, quien años antes había sido parte esencial en el ascenso a la ACB y la posterior permanencia.
Ese mismo día, en ese mismo escenario, López habló con el presidente y le dijo que estuviera «tranquilo porque el San Pablo volvería a estar arriba» y, dos meses después, se unió de nuevo a la familia burgalesa para lograr ese ansiado objetivo. Está costando más de lo que esperaba cuando firmó en verano, pero mantiene el optimismo y sigue viendo al San Pablo como uno de los grandes favoritos al ascenso.
¿Cómo llega el equipo a la hora de la verdad?
Está bien y todo el mundo en el vestuario tiene en la cabeza el objetivo final. Hay que llegar con buenas sensaciones al momento importante de la temporada.
Álex López, escolta y capitán del Hereda San Pablo Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo¿Los tres fichajes y su adaptación correspondiente han frenado en cierta manera la línea ascendente que llevaba el equipo?
Sí, en parte entiendo que sí. Es un proceso en el que hay que meter a tres jugadores nuevos dentro de una rotación. Vienen a sumar y saben que están aquí para ayudar e intentar ascender, eso es positivo. Hay que volver a estructurar algunas cosas y estamos en el buen camino.
Son jugadores con mucho caché, sobre todo Carlos Suárez y Khyri Thomas...
Carlos Suárez está muy centrado en ayudar en todo lo que puede y hay que agradecérselo porque es un tío que ha conseguido un montón de cosas. Khyri Thomas es otro jugadorazo. Sin estar todavía al 100% ya está aportando porque tiene un talento exquisito. Kouzeloglou también es otro jugador muy bueno y ahora hay que encontrarlos en las situaciones que necesitamos. No vienen a salvar al equipo, sino a incorporarse para que la dinámica siga siendo positiva.
Es durísimo no vernos peleando por la primera plaza porque sabemos el potencial que tenemos»
Curro Segura siempre habla de pasar página, pero me resulta imposible no preguntarle por el surrealista partido de San Sebastián. Usted que lo vivió desde dentro, ¿cómo se explica lo ocurrido ante el Gipuzkoa?
(Piensa) La realidad es que por momentos somos un equipo inestable. Nos venimos arriba muy rápido y nos venimos abajo muy rápido también. La sensación que dimos en San Sebastián fue mala y nos sentimos todos responsables, yo el primero. Ya no solo por jugar mejor o peor, sino por esa sensación de montaña rusa, de no saber estabilizarnos. No debería ocurrir, pero nos lleva pasando durante toda la temporada y tenemos que pelear para que esos fantasmas no aparezcan porque no es bueno. Curro nos está ayudando en eso.
¿A qué lo achaca?
Nos dejamos contagiar un poco por las sensaciones de no encontrar un rumbo claro en la pista y se va acumulando un fallo tras otro. Esa bola de nieve se hace más grande, nos entra la negatividad y no encontramos la solución ni técnica, ni táctica ni psicológica. En ese momento hay que parar y decir: 'Vamos a parar de hacer el imbécil, meter una canasta fácil y ser más duros en defensa'. Es culpa de todos porque nos dejamos contagiar y se crea un ambiente que no es positivo para lo que queremos construir.
El presidente estaba bastante cabreado y tenía pensado reunirse con la plantilla...
Finalmente no nos reunimos con él después de San Sebastián. Sé que hizo unas declaraciones que no he leído, pero me imagino que no estaría contento porque no lo estábamos nadie y en ese momento de calentura me puedo imaginar lo que dijo. Nos reunimos los jugadores por un lado y luego con Curro también. Todos queremos lo mismo, que es enderezar el rumbo y conseguir victorias. Fueron momentos complicados y esa semana costó un poco más, pero hay que pasar página y seguir.
Desde luego que somos uno de los grandes favoritos»
A pesar de una temporada muy irregular, lo que tiene este formato es que todo es posible...
Sí, desde luego. Puedes llegar al play off, la Final Four y subir. Eso está bien, pero nosotros queremos tener sensaciones positivas y tener una línea marcada antes de que llegue ese momento. En el play off no puede aparecer el equipo montaña rusa, lo que queremos ser es un equipo martillo pilón. Estamos trabajando para estar preparado antes de que llegue ese momento. El trabajo en la cancha durante la semana es bueno y hay que demostrarlo durante todas las jornadas los 40 minutos.
A nueve compromisos para el final de la fase regular y siendo séptimos, ¿qué objetivo se marca el vestuario?
Escalar lo máximo posible y como mínimo agarrar el 'factor cancha' en el play off. De esa manera tendríamos tres partidos aquí en casa en el peor de los casos y si no somos capaces de pasar con tres partidos con 9.000 personas en el Coliseum sería un infierno. No podemos permitirnos más fallos en casa.
¿A quién quiere evitar en el play off?
Si tenemos el 'factor cancha' con 9.000 personas detrás, me da igual el que nos toque en el play off. Y lo digo con todo el respeto para todos.
La sensación que dimos en San Sebastián fue mala y nos sentimos todos responsables, yo el primero»
El Leyma Coruña del burgalés Diego Epifanio y Javi Vega va como un tiro...
(Piensa) Cogieron una buena racha después de ganarnos a nosotros un partido que les regalamos. Están haciendo un trabajo muy bueno y no quiero desmerecerlo, pero los que estuvimos allí sabemos lo que podemos hacer al Coruña. Tengo esa sensación extraña de que les regalamos un partido que no teníamos que haber perdido. Espero que les vaya bien porque son mis amigos, pero que no les vaya nada bien si nos cruzamos.
Entonces, ¿sigue siendo el San Pablo uno de los grandes favoritos al ascenso por la vía del play off?
Sí, desde luego que somos unos de los grandes favoritos. Tenemos equipo, confianza y estamos construyendo la dinámica para ser lo que queremos ser dentro de la pista.
Y por la vía directa, ¿el Andorra o el Palencia?
Mi opinión es que el Andorra es el favorito porque me da la sensación de ser un bloque más largo y poderoso, pero lo que más rabia y pena me da es que nosotros tendríamos que estar peleando por esa primera plaza. Lo que más molesta es no ver a Burgos ahí arriba y es una espina que se nos ha quedado clavada. Yo entiendo que para la afición sea duro, pero para nosotros es durísimo porque sabemos el potencial que tenemos. Nos vemos entrenando, vemos la plantilla que tenemos... y que no hayamos sido capaces de estar peleando por esa primera plaza es duro. Tenemos suerte de que suben dos y esperamos ser nosotros ese segundo.
No queremos ser una montaña rusa en los partidos, sino un martillo pilón»
Supongo que no se esperaba una temporada con tantos contratiempos...
La verdad es que no esperaba una temporada con tantos altibajos. Sí preveía que habría alguna época un poco peor, pero me esperaba que el equipo y yo el primero respondiéramos mejor, que hubiéramos ganado algunos partidos que hemos regalado y estar más arriba peleando por otra cosa. Tampoco me imaginaba un paseo triunfal como muchos se pensaban.
¿Diría que les ha afectado la presión de estar obligados a ganar?
Si soy sincero, a mí personalmente no. Ya sé lo que es jugar aquí, ya sé lo que es necesitar ganar y querer ganar. Sé lo que es estar en un equipo que quiere estar arriba y somos profesionales. ¡Bendita presión! Hablaba con algunos compañeros del Castellón y, con todo el respeto, ellos no tienen presión por ganar ni por perder. A nosotros nos arropan 9.000 en el Coliseum, 300 en San Sebastián y otros tantos que irán a Torrelavega. Somos unos afortunados y tendríamos que verlo como algo positivo. ¡Bendita presión porque tenemos una afición que no tiene nadie en toda España y deberíamos aprovecharla!
¿Por qué cree que no funcionaba el equipo con Paco Olmos?
Teníamos períodos de altibajos, más de los que tenemos ahora. Con Paco ya existía un runrún desde el año pasado y a lo mejor no se fue justo del todo, pero no sabría encontrar la explicación tampoco. Él confiaba más en menos jugadores, en una rotación más corta y a lo mejor algunos estaban menos activos. Ahora con Curro hemos incorporado jugadores y todos podemos sumar en más momentos. Eso nos da un poco más de solidez.
Los fichajes no vienen a salvar al equipo, sino a incorporarse para que la dinámica siga siendo positiva»
¿Ese es el principal cambio desde la llegada de Segura?
Sí, Curro ha querido hacer una rotación más larga en la que todos estemos metidos en el partido, que nos encontremos bien y, sobre todo, si un día falla uno que haya otros 11 detrás que puedan rendir en ese momento. Creo que con el potencial que tenemos eso puede ocurrir. Nuestro trabajo es entrenar al 100% para cuando llegue el momento estar preparados de cabeza y de físico para aportar en lo que se necesite.
Usted fue el mejor en un inicio de curso en el que acumuló muchos minutos y alternó las posiciones de escolta y de base. Últimamente está jugando menos, ¿cómo llega a nivel individual a este tramo final de la temporada?
Estoy bien, ha habido un par de partidos en los que he tenido menos minutos, pero viendo cómo está la rotación cada uno tiene que dar su máximo el tiempo que esté en la pista. Algunos vamos a tener que sacrificarnos por el bien del equipo. Si Corbalán está ahora como un tiro, pues que juegue lo máximo posible porque va a ser lo mejor para el equipo y yo lo que quiero es ganar y ascender. Yo estoy bien y no quiero dejar de jugar, pero si toca banquillo o tener otro rol diferente haré lo que haga falta por el bien del equipo.
Coruña cogió una buena racha después de ganarnos a nosotros un partido que les regalamos»