Michelin y los sindicatos retomaron ayer la vía del diálogo en una intensa jornada para negociar el nuevo convenio colectivo. La multinacional de neumáticos, con sede enAranda de Duero, ofreció a la plantilla una paga no consolidable de 800 euros, que después elevó a 1.000 euros, más tarde a 1.200 y finalmente a 1.500 para tratar de compensar la pérdida de poder adquisitivo sufrida por los trabajadores durante los dos últimos años. 

Según indicaron fuentes sindicales, la empresa también eliminará el rendimiento de las ventas como condicionante de la cláusula de garantía salarial.  Es decir, acepta la postura mantenida por los sindicatos, que insistentemente han reclamado que esta garantía no esté ligada a los objetivos de beneficio que se marque el grupo. 

Las negociaciones se prolongaron durante toda la jornada de ayer y fueron necesarios varios recesos para que la multinacional analizara las demandas de la plantilla, entre las que figura la eliminación de una jornada de desarrollo, que suele dedicarse a temas formativos, pero que está fuera del calendario y resulta obligatoria para el personal de 5x8. En la última oferta de la compañía también se incluyó la eliminación de esta jornada. A partir de ahora, Michelin solicita un posicionamiento a la parte social en un plazo de 72 horas, tiempo en el que estará vigente su propuesta.