El Ayuntamiento de Pradoluengo ha llevado a cabo el proyecto de señalización de los establecimientos fabriles más representativos de su patrimonio industrial textil.
La elaboración de la cartelería, maquetada por la empresa vallisoletana Sercam, ha sido posible gracias a la aportación económica de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León y ha contado con la implicación personal de su director general de Patrimonio Cultural, Enrique Sáiz. Se cumple así una demanda de los visitantes que se acercaban a la Villa Textil, quienes no podían acceder con facilidad a una mínima información sobre su valioso y peculiar patrimonio industrial.
En concreto, se han colocado catorce pivotes relacionados con esta riqueza enológica, en los que mediante un texto y varias ilustraciones de la época en la que se construyeron, se señala de manera sucinta la historia de cada uno de los establecimientos, las compañías de socios capitalistas propulsoras de los mismos, la utilización de tecnología proveniente de otros centros fabriles, o la cantidad de hilazas de lana o de paños, bayetas, calcetines y boinas que en ellos se fabricaban.
Apesar de este esfuerzo inicial, aún han quedado sin señalizar muchos talleres y obradores, sobre todo en el núcleo urbano, ya que su número superaba el centenar, teniendo en cuenta que la dedicación textil fue la que sustentó la localidad a lo largo de medio milenio.
Los paneles se han situado, tanto en el propio pueblo como, principalmente, en el recorrido que media entre los términos de La Pasada y Zubiaga, ya que fue en esta zona donde existió un mayor número de locales dedicados a esta actividad económica, surtiéndose de las aguas del río de Pradoluengo para poner en marcha las ruedas de los batanes, los husos de las hilaturas o las calderas de los tintes. Aunque en muchos de estos antiguos complejos, tan sólo quedan sus cimientos o escasos restos arqueológicos, los paneles disponen de distintas ilustraciones, que ofrecen al turista curioso aspectos del interior de estas antiguas fábricas.
TRES ERMITAS. Por otro lado, también se han señalado las tres ermitas que existen en la actualidad en la localidad, ofreciendo los datos históricos sobre el porqué de sus advocaciones, la relación con las cofradías vecinales o la relevancia que tuvieron en su erección las diferentes capas del tejido socioeconómico local.
En este sentido, destaca la ermita de San Antonio, ya que alrededor de la misma se configuró un complejo fabril, en el que tenían cabida lavaderos y secaderos de lanas, batanes, hornos y viviendas de fabricantes.
La señalización llevada a cabo, pretende ser un pequeño primer paso, para la puesta en valor del ingente patrimonio histórico y antropológico que, tanto en arqueología industrial como en construcciones y maquinaria singulares, detenta Pradoluengo a nivel regional, tan sólo superado por Béjar.
La alcaldesa de la localidad, Raquel Contreras, ha señalado al respecto que «somos conscientes de que se debe potenciar este recurso, por lo que supone para conocer nuestras raíces y para la dinamización turística de Pradoluengo, aunque hay que tener en cuenta, que las limitaciones presupuestarias nos impiden avanzar al ritmo que nos gustaría», puntualizó la primera edil de la Villa Textil.