«Queremos abrir el albergue municipal para que cada peregrino que pare en el pueblo tenga siempre un sitio donde alojarse y que volvamos a contar con el reconocimiento que teníamos en el Camino de Santiago», explica Jimena Barrio, la nueva alcaldesa de Villafranca Montes de Oca. Cuentan con un espacio completamente nuevo, con 60 camas, pero con la puerta cerrada y sin sacarle ningún provecho. Así, el equipo que ha entrado a formar parte del Ayuntamiento ya se ha puesto las pilas en este sentido y, aunque no se atreven a dar una fecha, pretenden que pronto se pueda disfrutar de esta instalación.
La alcaldesa comenta que en la actualidad hay muchos peregrinos que se saltan el municipio debido a la falta de un albergue municipal, lo que supone una gran pérdida también para la actividad económica de este pueblo enmarcado en la comarca de Montes de Oca y a tan solo 11 kilómetros de Belorado. «Aquí tenemos tradición hospitalera y debemos recuperar eso para posicionar a Villafranca donde nos merecemos por historia», manifiesta. Durante mucho tiempo se ha dejado pasar esta oportunidad y ahora ya se trabaja para que los peregrinos regresen con fuerza y con todas las garantías.
Uno de los objetivos pasa por que se trate de un lugar que permanezca abierto durante todo el año y que genere dos empleos. «Además lo tenemos muy bien organizado», asegura Barrio, que desarrolla que cuentan con dos habitaciones con 20 camas cada una y otra zona con otras 20 camas que no se ha utilizado nunca. «En invierno igual no hace falta tener todo abierto porque es muy grande, y como está separado, pues se puede hacer perfectamente», aclara. También pasan romeros más allá de la época alta del Camino y por ello lamenta que en los meses más flojos no se puedan quedar en ningún sitio de la localidad.
Se enmarca dentro de un amplio edificio municipal, donde se tiene pensado llevar a cabo una importante reforma próximamente. Se arreglará el tejado y se hará sostenible, de ahí que aún se planteen si reabrirlo de forma inmediata o esperar a que concluyan las obras. Aunque no se actuará directamente en la zona del albergue, que se encuentra en perfectas condiciones, la alcaldesa sí expresa que probablemente se espere debido a que puede resultar incómodo para los peregrinos mientras se realizan dichas mejoras.
Se acometerá una gran renovación del amplio inmueble de las escuelas, ubicado en el centro del pueblo, pegado a la carretera, con el fin de darle un mayor uso y sacarle el máximo partido. «Queremos que se convierta en nuestro gran edificio municipal y que lo pueda utilizar todo el mundo», expone Barrio. Además del albergue, se ubicará el centro médico, el ayuntamiento, la trabajadora social y la asociación cultural. De esta forma, se busca agrupar los principales servicios de esta localidad que posee 116 censados.
Más allá de reforzar su posición en el Camino de Santiago, también quiere llevar a cabo un área de autocaravanas en la zona de la ermita de Oca con el fin de ofrecer todas las garantías a los turistas. «Hay gente que vive uno o dos meses en su autocaravana y queremos ponerles servicios de luz, agua y que esté bien controlado», detalla.
Buses y señalización. Una de las grandes reivindicaciones del Ayuntamiento pasa por el autobús a la demanda que les lleve hasta Belorado. «Contamos con gente mayor que necesita ir al centro de día y sus familiares tienen que hacer muchos viajes; tenemos que acudir para muchas cosas, al médico, a la farmacia, a comprar...», argumenta Barrio.
La Junta de Castilla y León prometió que el transporte a la demanda gratuito se iba a extender por toda la provincia, pero la mitad de los municipios burgaleses aún siguen a la espera de que lleguen esas facilidades para poder viajar a las cabeceras de comarca. Mientras, en otros servicios básicos para los vecinos de los pueblos como las telecomunicaciones están bastante bien, ya que disponen de 5G y fibra en las casas. Después de la pandemia han visto que más personas se han quedado a vivir en el pueblo y que muchos deciden pasar temporadas más largas, algo que se quiere aprovechar.
Por otro lado, ya han mantenido las primeras conversaciones con Demarcación de Carreteras con el fin de plantear algunas soluciones en la carretera que atraviesa el pueblo. «Queremos que nos aprueben espejos y radares educativos, tenemos un kilómetro de largo donde no hay badenes ni señales», expone la alcaldesa, que ya trabaja en una memoria del proyecto.