Por el Centro de Vacunación Internacional, en el paseo Sierra de Atapuerca, junto al MEH, pasaron en enero y febrero 303 personas, que son un 64% más de las atendidas en mismas fechas del año pasado. Este incremento se debe al auge de los viajes por ocio a países con recomendaciones específicas de vacunación y no fue algo puntual del comienzo del 2025, sino que, como destacan fuentes oficiales del Servicio Territorial de Sanidad, se mantiene en marzo y en abril. De hecho, ya no hay citas disponibles hasta Semana Santa. «No podemos indicar por teléfono qué se necesita para ir a Indonesia; las consultas son personalizadas y largas», indica la responsable, Dolores González, pidiendo a la población «organización» para poder planificar la atención en la temporada alta. «No queremos dejar a nadie sin vacunar», señala.
El bum de los viajes al extranjero se ha producido a raíz de la pandemia y no tanto por el número de desplazamientos, sino porque, como destaca González, la covid creó conciencia de la importancia de la vacunación. «Detectamos que la gente se mueve mucho más y que tiene preocupación por llevar todas las vacunas necesarias, lo cual es lógico», señala González, para explicar a continuación que, precisamente por esa razón es imprescindible tener en cuenta que el paso por el Centro Internacional de Vacunación es más que un posible pinchazo que proteja frente a la fiebre amarilla, por poner un ejemplo frecuente. «Es que hay que hablar y ver a la persona, conocer su historial y saber si toma alguna medicación o tener detalles acerca de su edad, porque los calendarios de vacunación han cambiado con el paso de los años o qué tipo de viaje ha diseñado: si es de aventuras y piensa ir por el Amazonas con una mochila o si no va a salir de un hotel», dice González, para explicar por qué el personal necesita organizar bien la agenda y garantizar que dispone del tiempo suficiente para cada usuario. «Es que hay vacunas que pueden estar contraindicadas; por ejemplo, en personas con tratamientos inmunosupresores... Son actos médicos», dice.
Ahora, por ejemplo, explica que es habitual atender a personas que van a viajar a Tailandia o a Indonesia, dos países en los que se exige estar protegido frente a la fiebre amarilla. Pero hay otros casos en los que hay recomendaciones más que obligaciones y, otras veces, basta con tomar ciertas precauciones. Pero todo eso debe hablarse con los médicos y enfermeros del Centro de Vacunación Internacional, que han de revisar continuamente toda la información que se publica al respecto con motivo de brotes u otras circunstancias para evitar problemas a los viajeros. «La casuística es muy variada», destaca la jefa de Sanidad en Burgos.
Anulaciones. La planificación de la agenda en el Centro de Vacunación Internacional suele hacerse de forma que haya siempre huecos para urgencias; es decir, para personas que han de viajar de imprevisto y por trabajo, así como por razones humanitarias, o también por cuestiones familiares. Pero la demanda es tal que este mes ya se han ocupado las 'reservas' con citas convencionales.
Y dado que el calendario está cubierto hasta Semana Santa (pero sin lista de espera), tienen cierto temor por cómo van a ser la temporada alta. «Por favor, que organicen. Y si han pedido cita en más de un centro, que anulen», concluye.