La cercanía de las elecciones en Cataluña convirtieron ayer el Pleno del Congreso en una sucursal de la campaña autonómica, con críticas de la oposición al Gobierno y, especialmente, a Miquel Iceta en su estreno en el Hemiciclo como ministro de Política Territorial. Asimismo, el decreto de los fondos europeos, que se salvó gracias a la abstención de Vox, volvió al centro de la polémica, ya que el PP y Ciudadanos revelaron que existe un informe «demoledor» emitido por el Consejo de Estado sobre el plan de gestión del dinero de la UE. Un texto que, según, populares y naranjas, el Ejecutivo ha ocultado, algo que negaron los miembros del Gabinete.
La pugna con Cataluña de fondo comenzó con el choque entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que advirtió a los socialistas que «no van a convertir la Generalitat de Cataluña en un despacho de Moncloa». Tras afear que el republicano utilizase el Congreso «para sus mítines», le censuró que el independentismo ofrezca para esta cita «más de lo mismo».
El protagonista del resto de enfrentamientos a cuenta del 14-F fue Iceta, que en su estreno apeló al diálogo en lugar de la confrontación para resolver el «conflicto catalán». En este sentido, se definió como «nasío para pactar».
«A estas alturas no engañan a nadie: sabido es por todos que el PSC y ERC son lo mismo», le espetó la popular Macarena Montesinos, que considera al ministro como «el embajador» de la mesa de la autodeterminación y del «indulto a los golpistas».
Para la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, el primer secretario del PSC es uno de los culpables de que se reanude la mesa de diálogo con ERC, a la que tildó de «mesa del chantaje», pues serán objeto de debate la amnistía de los presos del procés y la independencia.
También los independentistas arremetieron contra Iceta, al que Rufián llamó «reaccionario» y al que Laura Borràs, candidata de JxCat a la Generalitat, recordó «que no ha movido un dedo para detener la represión».
Más allá de Cataluña, la gestión de los fondos europeos para la recuperación del país tras el coronavirus fue muy cuestionada por la oposición, que acusó al Gobierno de «hurtar» al Congreso el informe -«demoledor», según el PP- del Consejo de Estado sobre el plan del Ejecutivo. «¿Qué quiere ocultar? ¿Qué voluntades quiere comprar?», cuestionó el líder popular, Pablo Casado a Sánchez, sin obtener respuesta. De hecho, el Gabinete no se pronunció en la sesión sobre este asunto, aunque sí lo hizo en los posteriores corrillos en los pasillos del Hemiciclo, donde fuentes de Moncloa defendieron que, con independencia de que pueda hacerse público, no existe ninguna obligación para ello, ya que se trata de un informe solicitado por el Ejecutivo que no es vinculante.