Las semillas constituyen el punto de partida de cualquier sistema de producción agrícola y su estado sanitario determina en gran medida el éxito de los cultivos, más allá de otros aspectos que también son importantes como el estado del suelo, el clima o la fertilización. La sanidad vegetal y la calidad de la simiente son, pues, pilares fundamentales para una agricultura eficiente, sostenible y resiliente, ya que la presencia de enfermedades causadas por plagas y patógenos puede comprometer la soberanía alimentaria, la productividad y la sostenibilidad del sector agrario.
Desde una perspectiva económica y sectorial, las empresas dedicadas a la mejora vegetal constituyen una rama estratégica dentro de la cadena alimentaria y la industria agrícola a nivel nacional e internacional, a pesar de que el ciudadano de a pie no es, en general, consciente de ello. En España, la mayoría de estas compañías están agrupadas en la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE), cuyo objetivo principal es garantizar la producción de semillas libres de patógenos y cumplir con los estándares fitosanitarios exigidos tanto en la Unión Europea (UE) como en los exigentes mercados internacionales.
En este contexto, la investigación, el desarrollo y la innovación (I+D+i) desempeñan un papel crucial en la detección, prevención y manejo de enfermedades que afectan a las semillas. En particular, la colaboración entre la Administración Pública y el sector privado adquiere un papel estratégico en esa I+D+i. Iniciativas como la alianza entre el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (INIA-CSIC) y ANOVE representa un modelo de cooperación clave para abordar los retos actuales y futuros del sector. Y esto es lo que nos indican las interlocutoras de este convenio: Agustina De Francesco (ANOVE) y Ana Patricia Fernández-Getino (INIA-CSIC).
La vital importancia de una semilla sanaDesde hace más de una década, ANOVE ha implementado una sección especial dentro de la asociación enfocada a las actividades I+D+i en protección vegetal para ayudar a las empresas obtentoras socias a generar soluciones en sanidad vegetal y tener representatividad internacional en el desarrollo de protocolos europeos y mundiales para el estudio y la detección de patógenos que afectan a semillas. Aunque el objetivo es abarcar todos los cultivos y materiales de reproducción posibles, los últimos años han estado enfocados en cultivos hortícolas.
Por su parte, la Dirección Técnica de Evaluación de Variedades y Laboratorios (DTEVL) desempeña un papel esencial en la evaluación de variedades vegetales, el control de calidad de semillas y plantas de vivero y los ensayos de resistencia a enfermedades, entre otras funciones. Su trabajo garantiza que las nuevas variedades cumplan con los estándares exigidos, supervisa la pureza y sanidad de las semillas y desarrolla pruebas para la resistencia a enfermedades, además de realizar otros controles según la normativa vigente.
El último convenio entre el INIA-CSIC y ANOVE (el tercero que se establece de manera consecutiva desde sus inicios en el 2014) fue firmado por ambas instituciones a principios de 2024, siempre con el objetivo de generar conocimiento en materia de enfermedades transmisibles por semilla y trasladarlo tanto a las empresas del sector como a la Administración Pública, proporcionando soporte técnico para la regulación en este ámbito. El desarrollo y validación de metodologías avanzadas para el diagnóstico y caracterización de enfermedades transmitidas por semilla es el tema central de la actividad I+D+i.
La vital importancia de una semilla sanaPrincipales familias.
Un análisis reciente basado en una encuesta realizada a los socios de ANOVE reveló que, dentro de este sector, destacan las solanáceas (patata, tomate, pimiento, berenjena...) y cucurbitáceas (pepino, calabacín, melón...) como las principales familias hortícolas que son objeto de mejora. Se trata de especies que requieren estrictos controles sanitarios y certificaciones para el movimiento de semillas. Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España las hortalizas representan una actividad agrícola de vital importancia económica (las importantísimas exportaciones de estos productos así lo atestiguan), con el tomate y el pimiento entre los cultivos punteros. Y los proyectos I+D+i de los últimos años llevados a cabo en el marco de este convenio han favorecido a estas familias de especies hortícolas.
La gama de patógenos en que se han centrado estos estudios es bastante amplia y abarca bacterias, virus y viroides. Entre ellos se encuentran diversas especies del género Xanthomonas, causantes de la sarna del tomate y del pimiento, una de las bacteriosis más graves que afectan a estos cultivos de relevancia económica en España y en el mundo; y también especies del género Tobamovirus (familia Virgaviridae), que constituyen uno de los grupos virales cuya diseminación a través de semillas resulta crucial prevenir.
El caso más significativo de los últimos tiempos ha sido el del virus del fruto rugoso marrón del tomate por sus efectos devastadores. Dicho virus estuvo considerado como plaga cuarentenaria de emergencia y muy recientemente ha cambiado a plaga regulada no cuarentenaria, según lo establecido en el Reglamento de ejecución UE 2019/2072 que ha entrado en vigor en enero de 2025. Otros Tobamovirus de solanáceas y cucurbitáceas son también muy importantes ya que causan importantes daños en los cultivos con graves pérdidas económicas como consecuencia.
Estas investigaciones se llevan a cabo en el marco de proyectos propios de ambas entidades, proyectos oficiales europeos y de la International Seed Health Initiative for Vegetable Crops, perteneciente a la Federación Internacional de Semillas (ISF). También se realizan contratos de colaboración público-privada con financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) entre las empresas semilleras, INIA-CSIC y ANOVE. Los resultados de dichos proyectos se comparten a nivel interno entre ambas organizaciones y a modo de actividades de transferencia de conocimiento a otras entidades. Asimismo, se realizan actividades formativas en forma de cursos y talleres y se cuenta con un grupo de trabajo de fitopatología en ANOVE que se reúne con frecuencia semestral.
La colaboración entre INIA-CSIC y ANOVE no solo ha impulsado e impulsa la innovación en sanidad vegetal, sino que también ha fortalecido la capacidad de respuesta del sector ante desafíos emergentes. Como se ha explicado, gracias a la implementación de metodologías avanzadas y al trabajo conjunto con organismos nacionales e internacionales se han logrado estandarizar protocolos de detección de enfermedades, facilitando la alineación de España con las normativas globales en materia fitosanitaria.
Mirando hacia el futuro, la continuidad de esta colaboración abre la puerta a la incorporación de nuevas tecnologías y enfoques en el diagnóstico y manejo de enfermedades de cultivos agronómicamente importantes, lo que podría ampliar el alcance de los estudios y fortalecer la vigilancia fitosanitaria. Además, se prevé expandir los objetivos del convenio y los temas de I+D a todos los cultivos más allá de los hortícolas y a todos los materiales de reproducción posibles además de las semillas. La posibilidad de atraer financiación adicional, tanto pública como privada, permitirá consolidar los avances logrados e impulsar el desarrollo de nuevas estrategias I+D+i.
Entre los proyectos I+D+i más relevantes que tienen lugar en el marco del convenio entre el INIA-CSIC y ANOVE se encuentran:
1 La detección, caracterización y estudio de la transmisión por semilla de las bacterias Xanthomonas spp. causantes de patologías en pimiento y tomate.
2 La detección molecular del virus del fruto rugoso marrón del tomate por diversas técnicas basadas en amplificación de su ARN genómico.
3 La determinación de la infectividad en planta del virus ToBRFV y otros del género Tobamovirus mediante un bioensayo utilizando plantas indicadoras de tabaco. Los ensayos de este proyecto se enfocan en cinco Tobamovirus transmisibles por semilla en tomate y pimiento.
4 La detección molecular simultánea del virus del mosaico verde jaspeado del pepino, el virus de las manchas necróticas del melón y el virus del mosaico de la calabaza, tres patógenos que afectan seriamente a la familia de las cucurbitáceas.
Nueva UE, nuevos retos.
Con motivo de su asamblea anual, la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE) organizó una jornada en la que se analizó la regulación que afecta a la mejora vegetal en el ámbito legislativo de la UE, en el marco de los nuevos desafíos que se presentan para los recién constituidos Comisión y Parlamento europeos. La cita reunió a expertos del ámbito institucional y empresarial para analizar los desafíos y oportunidades del sector en el contexto comunitario.
Tanto Anna Armengol, de la Comisión Europea, como Silvia Capdevila, de la Representación Permanente de España en la UE (REPER), detallaron el proceso legislativo en el marco de la UE que reconocieron complejo, pero que asegura un análisis completo y participativo de las partes interesadas. Anna Armengol comentó que al sector le preocupa el calendario de desarrollo de los procesos regulatorios que ahora mismo tiene sobre la mesa la Unión Europea. Silvia Capdevila destacó el trabajo realizado por la REPER durante la presidencia española sobre la propuesta de edición genética, que se marcó como un asunto prioritario, y que se plasmó en un intenso trabajo del Ministerio de Agricultura que estuvo a punto de alcanzar un acuerdo al final de su presidencia.
Por su parte, César González, de Euroseeds, resaltó que en estos momentos se están debatiendo regulaciones que afectan a los pilares fundamentales de la actividad del sector de la mejora vegetal: la regulación sobre producción y comercialización del material vegetal de reproducción (PRM), las técnicas de edición genética (NGTs) como instrumento de la mejora y, recientemente, se ha unido la revisión sobre el sistema de protección de las variedades vegetales. Es por tanto un momento complejo que coincide con importantes cambios institucionales y estratégicos en la UE.
Antonio Villarroel, director general de ANOVE, destacó la importancia de España como uno de los mayores focos de investigación en el ámbito de la mejora vegetal a nivel mundial y la necesidad de que la innovación se regule siempre en base a criterios científicos para conseguir dar respuesta a los desafíos que se encuentra toda la cadena, desde el agricultor hasta el consumidor. Uno de los mensajes que más se repitió durante la jornada es que estamos en un momento clave, ya que se está debatiendo el marco regulatorio de la mejora vegetal y de ello depende cómo se va a poder avanzar en los próximos 15 o 20 años, hasta otra posible revisión normativa.
Como clausura, Elena Busutil, directora general de Producciones y Mercados Agroalimentarios, destacó en su mensaje que es fundamental el apoyo a la innovación en el sector primario y que es imprescindible apostar fuerte por las nuevas técnicas de edición genética para poder desarrollar el potencial del sector obtentor español. «Es necesario -enfatizó- alcanzar un acuerdo, rápido y equilibrado, para cerrar estos dosieres en la Comisión».