Después de cuatro atropellos mortales en un mes, el equipo de Gobierno municipal prometió elaborar un catálogo de puntos negros en pasos de cebra y plantear una mejora generalizada como medida correctora de una situación alarmante. La concejala de Seguridad Ciudadana, Blanca Carpintero, dio orden a la Policía Local estuviesen alerta a los lugares más conflictivos para después notificárselos a la sección de Tráfico. Luego, debían ser los técnicos los que valorasen una actuación en base a las carencias. Visibilidad, retirada de contenedores, supresión de aparcamientos o incluso problemas en la planificación urbanística eran algunas de ellas. Pero fueron pasando los meses y aquel documento quedó olvidado. No ha habido intervención alguna, más allá de las planteadas hace años, y los atropellos han seguido sucediéndose.
Solo hace falta darse un paseo por la ciudad para observar que son numerosos los pasos de cebra en los que los peatones tienen que ir con mil ojos antes de cruzar. En ocasiones, no solo ellos. También los conductores. Recorremos junto a la asociación Andando Burgos algunos de estos puntos negros, algunos en zonas céntricas y turísticas.
Nuestra ruta comienza en Eduardo Martínez del Campo, a escasos 200 metros de la Catedral. En esta calle nos encontramos un par de pasos de cebra ciertamente peliagudos. El mal diseño de un solo aparcamiento (o el intento de aprovechar al máximo la zona azul) a la altura del número uno obliga a los viandantes a sacar media cabeza a la calzada para asegurarse de que no pasan coches. Y afortunadamente en esta vía no hay demasiada densidad, ni tampoco los coches circulan a demasiada velocidad, porque si no tendríamos un problema.
«Hay que andar con mucho ojo porque no se ve venir a los vehículos. Clama al cielo, además, que los márgenes de estacionamiento invadan las líneas que dan prioridad al peatón. Es como que te restan aún más espacio», se queja el presidente de Andando Burgos, Félix Martínez, quien observa que también resulta peligroso el paso que hay junto al Arzobispado.
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