Israel no mandará una delegación negociadora a El Cairo este domingo ante la negativa del grupo islamista Hamás a compartir su listado de rehenes vivos, según fuentes oficiales citadas por medios israelíes.
El gobierno israelí ya había advertido de que, si no recibía más información sobre el estado de salud de los cautivos, no seguiría negociando con la organización islamista el alto el fuego en la Franja de Gaza.
Catar, principal mediador en este conflicto, informó a Israel de que Hamás no había compartido la lista de Israel exige desde la semana pasada.
Una delegación de Hamás llegó hoy a El Cairo para reunirse con los mediadores -Catar, Egipto y Estados Unidos- e impulsar un acuerdo de tregua antes del Ramadán, un encuentro donde la participación de Israel ha sido una incógnita desde ayer.
Funcionarios de Hamás sí se han mostrado más optimistas sobre la posibilidad de una tregua, pero exigen la entrada de más ayuda humanitaria.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó el pasado jueves que solo enviaría una delegación a negociar a El Cairo si Hamás difundía el listado de rehenes que siguen con vida desde su secuestro el 7 de octubre, cuando tomaron cautivos a más de 250 personas.
El grupo islamista anunció al día siguiente la muerte de siete rehenes en cautiverio en las últimas semanas, y difundió la identidad de tan solo tres de ellos.
Hamás eleva la cifra de rehenes muertos "por bombardeos israelíes" a 70, aunque Israel solo ha confirmado la muerte de una treintena, de los 130 que siguen dentro.
"El precio que aceptaremos por cinco o diez prisioneros vivos es el mismo que habríamos pagado por todos los prisioneros si no hubieran muerto en los bombardeos del enemigo", señaló Hamás el viernes sobre las negociaciones para un acuerdo de tregua.
Los familiares de los rehenes llevan meses presionando a Netanyahu para que llegue a un acuerdo con Hamás que permita la liberación de sus seres queridos a través de protestas y marchas.
Este sábado más de 15.000 israelíes llegaron, tras cuatro días de marcha, a Jerusalén para protestar cerca de la residencia del primer ministro, y exigir un acuerdo.
Israel y Hamás alcanzaron en noviembre un acuerdo de tregua que permitió la liberación de 105 rehenes a cambio de la excarcelación de 240 presos palestinos.