4 de cada 10 consultas de Primaria siguen siendo telemáticas

GADEA G. UBIERNA / Burgos
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Solo los pediatras cumplen ya con el objetivo de Sacyl, al reducir a menos del 25% la atención por teléfono. En adultos, destaca para mal Comuneros: casi la mitad

Foto de archivo del José Luis Santamaría, que es el centro de salud más grande de la provincia y el porcentaje de pacientes atendidos por teléfono está en la media: 41,8%. Otros más pequeños tienen más. - Foto: Alberto Rodrigo

La recuperación de la presencialidad en las consultas de adultos de Atención Primaria tras la pandemia está costando, como evidencian los datos oficiales de la Consejería de Sanidad: algo más del 41,3% de las citas todavía se resuelven por teléfono, casi cinco años después del inicio de la crisis sanitaria (marzo del 2020) y algo más de un año y medio después de que se decretara el final (mayo del 2023). Los datos no son homogéneos y, de hecho, hay diferencias entre la capital y el resto de la provincia, con mayor volumen de visitas cara a cara en los centros de salud rurales. En este sentido, en la ciudad destaca para mal Comuneros, donde casi la mitad de los pacientes tratados en el 2024 fueron atendidos por los denominados «medios telemáticos» (49,3%).

La Consejería de Sanidad lleva años recordando que el porcentaje de pacientes que no son vistos físicamente en la consulta debe oscilar entre el 20% y el 25% como máximo, ya que se considera que la base de la asistencia ambulatoria es la relación 'médico-paciente' y que esa vinculación no puede conseguirse sin ver, tocar ni hablar cara a cara. Antes, incluso, de que la pandemia se diera por finalizada, la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) ya había establecido estos porcentajes máximos de atención telemática que, a juzgar por la información oficial, en Burgos solo cumplen los pediatras: tanto en la capital como en los pueblos.

El volumen de actividad de los especialistas en salud infantil nada tiene que ver con la carga de los facultativos de cabecera de adultos: 185.053 visitas anuales en el primer caso frente a 1.924.144 en el segundo. Pero tampoco hay paridad en las plantillas, ya que en los centros de salud de Burgos pueden ejercer 43 pediatras y hasta 373 especialistas en Medicina familiar y comunitaria. Así, aunque los cupos de pacientes de los médicos de niños son inferiores a los de adultos, la presión asistencial que soportan unos y otros tampoco difiere tanto y, de hecho, la frecuentación es bastante similar en sendos casos (esto es, el número de veces que un mismo paciente recurre al médico al cabo de un año); en la ciudad, de hecho, es la misma (5,39).

De ahí que la evolución de la atención telemática en las consultas de Pediatría tenga interés general, dado que la progresión es acusada. Para entenderlo mejor, los médicos especializados en salud infantil de la capital solventaron el segundo año de pandemia (el 2021) con un 66% de las consultas telemáticas; sus colegas de los centros rurales, con el 59,8%. Al año siguiente, el 2022, ya con vida normalizada en casi todos los ámbitos de la vida y plena convivencia con el virus, los pediatras de la capital redujeron las consultas por teléfono al 39,4%, mientras que los de los centros rurales redujeron todavía más, al 32,7%. De ahí que en el 2023 todas las consultas pediátricas de la provincia atendieran a menos del 30% de sus pacientes por teléfono (26,5% en Burgos ciudad y 23,7% en el resto de la provincia). Así, en el 2024 pudieron dar un paso más y atender cara a cara a tres de cada cuatro de sus pacientes. Si en adultos se considera importante el contacto físico para crear la relación médico-paciente, en el caso de bebés y niños es imprescindible: las más de las veces no tienen capacidad de expresarse y no hay más forma de diagnosticar que ver al crío y examinarlo. Así, el uso del teléfono se limita, casi casi, a consultas de seguimiento y a temas relacionados con recetas.

A demanda. El porqué del todavía muy alto porcentaje de consultas telemáticas en adultos no tiene explicación clara, ya que, ahora, la mayoría de las veces es el paciente quien elige la modalidad de atención. Durante casi toda la pandemia decidía el centro de salud el tipo de asistencia que se prestaba, en función de los síntomas que refería el usuario. 

De ahí que tampoco se entienda bien el porqué de las diferencias en los datos de los centros de salud de un mismo lugar; por ejemplo, de la capital burgalesa. Siempre según datos oficiales de la Consejería de Sanidad, se constata que no es algo que tenga que ver con el tamaño o la presión asistencial. Así, el José Luis Santamaría -el más grande de Burgos- utiliza el teléfono para el 41,8% de sus pacientes adultos;Las Huelgas, para el 46,8%; Los Cubos, para el 46,6%; Los Comuneros, para el 49,3%;San Agustín, 44,4%; García Lorca, 44%;La Antigua, 33,9%; Las Torres, 38,6%; Santa Clara, 42,3%; López Saiz, 43,7% y Cristóbal Acosta, para el 45%. Casi todos, por encima de la media.