El consejero de Sanidad en funciones, el titular de Economía, Carlos Fernández Carriedo, anunció en la última comparecencia de presupuestos que en 2024 también se ampliará hasta los 74 años el cribado para la detección precoz del cáncer colorrectal, que ahora finaliza a los 69 años. Esta decisión de salud pública implica que, aproximadamente, otros 20.468 burgaleses están invitados a solicitar un test de sangre oculta en heces para localizar en estadios precoces pólipos y otras lesiones en las mucosas que, si no se tratan, acaban malignizándose con el paso del tiempo.
El reto ahora es, no obstante, conseguir aumentar la participación en este programa, que casi el 63% de la población diana -personas de entre 50 y 74 años- todavía obvia, a pesar de que los tumores colorrectales son los más frecuentes para los dos sexos. En Burgos, de hecho, cada año se diagnostican 361 nuevos cánceres de este tipo, según datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Y según reiteran los oncólogos, la previsión es que la incidencia se mantenga al alza.
Y, teniendo en cuenta que un tumor colorrectal suele tardar años en desarrollarse y malignizarse, los expertos consideran objetivo prioritario elevar la participación por encima del porcentaje actual. En el caso de Burgos, y con datos todavía provisionales, en 2023 se consiguió un leve incremento, pero sigue en el 37,7% de la población convocada. Una cifra con la que oncólogos y otros facultativos especializados se llevan las manos a la cabeza, dado que, en general, el cáncer colorrectal da margen para intervenir antes de que alcance fases agresivas; algo que redunda en mejor pronóstico para el afectado y ahorro en tratamientos. Y, por lo tanto, reiteran que no puede ser que seis de cada diez personas con más riesgo de desarrollarlo por mera cuestión de edad, lo ignoren.
La oncóloga médica Ana María López, dedicada al cáncer de colon en el HUBU, comentó hace apenas unos días que «el 70% se diagnostican en mayores de 65 años», dado que el riesgo se incrementa a medida que se cumplen años. Por esa razón Sanidad anuncia ya la ampliación hasta los 74 años, pero hay quienes consideran que debe valorarse extenderlo también entre menores de 50 años porque, como dijo López en una jornada organizada por la AECC, «hay alza en la franja de entre 40 y 50 años. Y de ahí que en otros países se haya ampliado ya el cribado».
La anunciada extensión de Castilla y León no significa que las 20.500 personas a las que atañe en Burgos tengan que ir ya al centro de salud a solicitar el test de sangre oculta en heces, sino que la Consejería de Sanidad 'invita' a los potenciales participantes de acuerdo con el funcionamiento habitual del programa.
Bienal. Es decir, en el caso de los burgaleses que ya se han hecho alguna vez este análisis y el resultado ha sido negativo, lo normal es volver a convocarlos dos años después de la prueba. La periodicidad, por tanto, en circunstancias normales es bienal. En el caso de que el resultado fuera positivo en sangre oculta en heces, el paciente sería remitido al HUBUpara que le hicieran una colonoscopia y, de nuevo, en función del resultado se establece una periodicidad para repetir la prueba. Así, si alguien que cumple 70 años en 2024 se hizo esta prueba diagnóstica en 2023 y los resultados entraron dentro de la normalidad, de no haber sucedido nada anormal en este tiempo no tendría que participar en el cribado en este ejercicio.
Ahora bien, si alguien con edad comprendida en la franja convocada para hacerse las pruebas no se ha hecho nunca el test de sangre oculta -indoloro y eficaz, reiteran los oncólogos- puede llamar a su centro de salud y solicitar un test.