Los ambulantes piden una alternativa al parque de los Poetas

C.M. / Burgos
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Los vendedores consideran que el emplazamiento de los miércoles en Burgos es el que menos afluencia de público tiene frente al del paseo del Empecinado o el polígono docente

Cada vez hay menos vendedores que quieran instalarse en el G-2. - Foto: Alberto Rodrigo

El área de Comercio ha iniciado los pasos para modificar la Ordenanza de Venta Ambulante con el objetivo de cambiar las denominaciones de las ubicaciones  de los distintos mercadillos, dado que en el documento se mantienen las antiguas.

Sin embargo, será necesario abordar aspectos de mayor calado como la viabilidad de algunos espacios. Los vendedores de textil reclaman una alternativa al parque de los Poetas, donde se instalan cada miércoles. Consideran que este emplazamiento no es atractivo, como lo pone de manifiesto el descenso de puestos cada año y también de ventas, según reconoce el portavoz de la Asociación de Vendedores Ambulantes, Enrique Jiménez. Consideran que el parque  es demasiado grande y los puestos  están dispersos, dado que empezaron 120 y ahora son 70. «Esta zona tiene poco tirón. La población del entorno está envejecida y no viene a comprar. Necesitamos otro emplazamiento que sea más atractivo», apuntó. 

Por el contrario, consideran viables el paseo del Empecinado, donde se instalan los viernes y también el polígono docente, lugar en el que venden los domingos. «La situación está muy mal. De la cadena comercial somos los últimos y si los que son grandes tienen problemas nosotros muchos más», añadió, al tiempo que Jiménez avanzó que pedirán una reunión con el concejal de Comercio para trasladarle el problema. 

En cuanto al mercadillo de frutas y verduras, que se celebra los miércoles y sábados en el aparcamiento exterior del centro comercial Camino de la Plata, el problema es la falta de aparcamiento. Los vendedores reconocen que han reducido ventas respecto a cuando estaban instalados en el disuasorio de Las Torres. En este sentido, proponen la posibilidad de agrupar los puestos en el lado más cercano a la calle San Roque y dejar el otro para que los compradores puedan estacionar sus vehículos. «En esa parte hay menos puestos y sería mejor juntarnos un poco y poder destinar parte del espacio a aparcamiento.Los clientes buscan la comodidad», apuntó Paco Bilbao. 

Finalmente, los vendedores del mercado de antigüedades, que se ubica los domingos en el paseo del Empecinado, están encantados con esta ubicación al considerar que se ha logrado mejorar mucho la imagen y la comodidad para los compradores. «Tiene una buena acogida y se está atrayendo a nuevo público», indicó Toño Gallego.