La construcción de aparcamientos en altura, una de las promesas electorales del Partido Popular, sigue adelante. El concejal de Urbanismo, Juan Manuel Manso, aseguró ayer que se mantiene la «hoja de ruta» a pesar de las voces críticas y la presentación de alegaciones a la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para propiciar esas dotaciones.
El edil no elude una reunión con los vecinos de las zonas en las que se han anunciado, la calle María Amigo y el bulevar del ferrocarril frente al colegio Sierra de Atapuerca, pero siempre con un proyecto en la mano. «Vamos a elaborar una propuesta que lleve consigo diseño, precios, calidades... y lo someteremos a su parecer», señaló.
Será a partir de ese momento, cuando Ayuntamiento y vecinos puedan o no llegar a un acuerdo. «No tenemos intención de hacer ninguna aberración. Nosotros nos hemos comprometido, está en nuestro programa electoral y vamos a seguir adelante. No estoy diciendo que se vaya a construir el párking de María Amigo sino que vamos a seguir adelante con las previsiones y cuando tengamos algo hecho nos reuniremos, tal y como se ha comprometido la alcaldesa. Solo en ese momento se tomarán las decisiones», insistió.
En la actualidad se tramita la modificación del Plan General de Ordenación Urbana, ahora en manos de la Junta, y, cuando esté concluida, se encargará la redacción de un anteproyecto. De este modo, no se descarta que finalmente no se lleve a efecto.
No obstante, el edil de Urbanismo insistió en que tanto el G-9 como otras zonas de la ciudad necesitan plazas de aparcamiento. En ambos casos no se quiere que sea un edificio cualquiera sino que se integre en el entorno y tenga funcionalidad, de ahí que el área de Urbanismo quiera promover un concurso de proyectos con el objetivo de que diferentes estudios de arquitectura puedan plasmar sus ideas y elegir la mejor.
Desde el equipo de Gobierno consideran que su construcción contribuirá a resolver un problema de aparcamiento en estas zonas de la ciudad y recuerdan que ya funcionan con éxito en otras ciudades españolas y Europeas.
Sin embargo, los vecinos de los entornos afectados han mostrado su rechazo desde el primer momento y han presentado alegaciones, así como también han recogido firmas para exigir la paralización de los proyectos.
En el caso del G-9 se ha constituido la Plataforma María Amigo, que rechaza el párking en esta calle por el impacto visual y estético que supondría para los residentes en el entorno al encajarles entre el aparcamiento y el polígono industrial.
Reclaman al equipo de Gobierno que busque otras alternativas como un aparcamiento subterráneo. La mayoría de las casas han colocado carteles en sus viviendas en los que muestra el rechazo y han puesto en marcha una página web para divulgar su rechazo. Para mañana han convocado una reunión con el objetivo de fijar actuaciones tras el parón veraniego.
Por su parte, las familias del colegio Sierra de Atapuerca y la escuela infantil municipal, así como vecinos de las calles del entorno también denuncian el impacto visual y los altos niveles de contaminación perjudiciales para la salud infantil que se generarían por el trasiego de vehículos y rechazan también su construcción.