El arreglo de las goteras de la plaza Santiago, en primavera

J.M. / Burgos
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Urbanismo quiere adjudicar este año las obras, pero no se arriesgará a que los trabajos se ejecuten con una meteorología adversa que empeore la situación

Las goteras han seguido apareciendo en el aparcamiento. - Foto: Alberto Rodrigo

El próximo mes de septiembre se cumplirán tres años desde que el Ayuntamiento recepcionó la polémica obra de la plaza Santiago. Aunque de inmediato se constató la aparición de varias goteras en el aparcamiento subterráneo y de fisuras en el pavimento, estos problemas persisten a día de hoy y están aún a la espera de una solución. EIC, el estudio de arquitectura que realizó el proyecto en su día, ha entregado ya al Ayuntamiento su propuesta para corregir las deficiencias y en este momento ese documento está siendo analizado por los técnicos de Urbanismo y del Laboratorio de Grandes Estructuras de Obra Civil (Ausinco) de la Universidad de Burgos con la idea de depurarlo y poder preparar los pliegos para la licitación de la obra.

El alcalde en funciones y concejal de Urbanismo, Manuel Manso, detalla que el deseo del equipo de Gobierno es poder adjudicar las obras antes de que termine este año, si bien aclara que eso no significa que los trabajos vayan a comenzar inmediatamente después. El edil no quiere sustos, prefiere no correr riesgos y parece que lo más recomendable es dejar pasar los meses de invierno y no intervenir hasta primavera ya que, entre otras cosas, será necesario actuar en las juntas de dilatación y lo mejor es no tocarlas en esas circunstancias.

Eso sí, es importante que la adjudicación de los trabajos se produzca en este 2024 ya que la partida existente, de 250.000 euros, se incluyó en una modificación presupuestaria y si el proceso de licitación no ha culminado antes del 31 de diciembre se perderá el crédito. Dicho de otra manera, habrá que esperar a que se apruebe el Presupuesto de 2025 para disponer de los recursos económicos y eso supondría un nuevo retraso.

En el área de Urbanismo, no obstante, no se quieren limitar a las obras para la reparación de las deficiencias (asunto que no es menor) y quieren aprovechar para realizar alguna mejora más desde el punto de vista funcional y estético, ya que entienden que la plaza ha quedado un poco desangelada. Aún está por definir en qué consistirá esa mejora, posiblemente en el mobiliario urbano, aunque se estima que el desembolso total (incluidos los arreglos) podría irse hasta los 350.000 euros.

Cabe recordar los problemas que suscitaron en relación a esta obra, en la que se invirtieron alrededor de dos millones de euros, ya que el Ayuntamiento se vio obligado a realizar la obra después de que una sentencia se lo exigiera para atajar las goteras. Sin embargo, aparecieron de nuevo filtraciones. La polémica se agrandó tras descubrirse que se había modificado el firme respecto a lo proyectado.