Burgos ha entrado en la puja definitiva por atraer una inversión industrial con pocos precedentes. Una multinacional china busca suelo en la península ibérica para construir, en un plazo no superior a un año y medio, una gran fábrica de llantas de aluminio que ejercería como proveedora para el sector del automóvil desplegado sobre España y el Norte de África. La posición privilegiada de la capital burgalesa, que tendría buena llegada a la práctica totalidad de los potenciales clientes (marcas de fabricación de vehículos) y el intenso trabajo técnico desarrollado en los últimos meses han provocado que, a día de hoy, las opciones sondeadas por el inversor hayan quedado reducidas a tres ubicaciones: una en Galicia, otra en Portugal y otra en el polígono de Villalonquéjar.
La ciudad se juega mucho en esa decisión, ya que los planes de la compañía asiática pasan por invertir 150 millones de euros y generar 700 puestos de trabajo directos, al margen de la industria auxiliar que puedan arrastrar con su implantación. Por resumir su impacto en el empleo, la nueva factoría entraría directamente en el top ten de las industrias que más empleo mantienen en la provincia.
La compañía, a través de un consultor, lleva muchos meses decidiendo su nueva ubicación en la península. De hecho, hace semanas que una delegación china se desplazó hasta Portugal y España para visitar uno por uno todos los potenciales emplazamientos de la fábrica. En Burgos fueron recibidos por una delegación municipal, por técnicos de Promueve y del Consorcio de Villalonquéjar y por los representantes de la Junta y el Gobierno en la provincia. Además, la recepción incluyó a importantes empresas como Iberdrola o Ferrovial para garantizar que la parcela señalada dispone de todo lo que requiere la factoría, como así es. Incluso hubo colaboración por parte de Hiperbaric para explicar el proyecto del hidrógeno verde, aspecto que importó positivamente, y mucho, a la delegación china.
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