Se duplican las resonancias que el HUBU contrata a la privada

G.G.U. / Burgos
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Sacyl asume por fin su responsabilidad en toda la lista de espera y derivará a un centro de Burgos capital 950 pruebas de imagen de este tipo frente a las 500 del 2023, así como otros 350 TAC

Foto de uno de los TAC del HUBU retirados este año y sustituidos por otros más modernos y mucho más rápidos. - Foto: Luis López Araico

El HUBU acaba de iniciar el procedimiento para contratar a la sanidad privada la realización de 1.300 pruebas mediante imagen, argumentando que el servicio responsable de hacerlas, Radiología, no puede asumirlas. En parte, por el déficit de radiólogos que arrastra el hospital y, también, por el incremento de la demanda de este tipo de técnicas diagnósticas. Algo que el HUBU atribuye, «entre otras causas, al aumento del seguimiento de pacientes oncológicos consecuente de los nuevos tratamientos implementados, que han mejorado la supervivencia». Y, así, dado que el hospital admite que estas personas deben obtener cita en unos plazos determinados -que, sin embargo, se incumplen de forma reiterada- ha optado por duplicar el número de resonancias magnéticas que adjudicará este año a la sanidad privada: 950 frente a las 500 del 2023. Y a esto añade, de nuevo, otros 350 escáneres (TAC).

La dirección del hospital previó a primeros de año esta externalización, que en los últimos tiempos se ha vuelto periódica y se repite cada verano. Sin embargo, ha cambiado; tanto en el número de pruebas derivadas como en el importe que se paga por ellas. En este ejercicio, de hecho, el presupuesto casi se ha duplicado: de los 117.347 euros destinados el año pasado a los 224.920 euros que se han presupuestado para esta licitación, todavía pendiente de adjudicación (el plazo para presentar ofertas terminaba ayer).

En la memoria justificativa del proceso, disponible en la Plataforma de Contratación del Sector Público, hay varias novedades. La primera es que el hospital asume su responsabilidad en toda la lista de espera de las resonancias magnéticas y los TAC y no solo en la denominada lista de espera «estructural», que en los datos oficiales representa una mínima parte. Así, justifica la externalización argumentando que a finales de junio había 854 resonancias y 1.038 TAC pendientes. Y añade que la demora que soportan los pacientes necesitados de estas pruebas «se aleja de los estándares exigidos para la consecución de una atención sanitaria fluida y de calidad».

Otro detalle significativo de la memoria es que se establece como criterio de adjudicación que las empresas interesadas deben estar ubicadas «en la ciudad de Burgos». La dirección lo justifica explicando que muchos pacientes pendientes de estos estudios radiológicos tienen «edad avanzada» e incide de nuevo en que buena parte son oncológicos, «en situación de vulnerabilidad física y emocional» y, a veces, con limitaciones de movilidad por la propia enfermedad. El año pasado se le adjudicó al Centro Diagnóstico Burgos.

Por último, dará puntos que los equipos sean nuevos y la ampliación de horario a los fines de semana. Pero así como en 2023 se incluía los domingos, ahora se pide actividad seis días a la semana.