i.p. / hontoria de la cantera
L a plaza del Ayuntamiento de Hontoria de la Cantera ya está dedicada a su benefactora Caritina de Liniers, pero el Ayuntamiento de la localidad quiere dar un paso más, y aprovechando el proyecto de remodelación de ese espacio público para darle una estética más moderna, ha decidido levantar una escultura con la que honrar la memoria de la Condesa de Serramagna y que todos los vecinos, sobre todo los más jóvenes, tengan la oportunidad de conocer quién fue esta mujer y qué relación mantuvo con el pueblo.
Caritina de Liniers y Muguiro tiene, por otra parte, el título de hija adoptiva de Hontoria. En la capital burgalesa también se la reconoció su labor benefactora y una calle del barrio de San Pedro de la Fuente tiene el nombre de Serramagna. Y es que en este barrio, Caritina de Liniers fundó una escuela que llevó su nombre, donde aprendieron muchos niños y niñas que de otros modo hubieran tenido dificultades de acceso a la educación porque la entonces la escuela municipal del barrio era insuficiente para la población infantil que había. La condesa mandó regentar la escuela a los Hermanos Maristas. Posteriormente, cuando se cumplían los 50 años de la fundación en pro de la docencia burgalesa, el Ayuntamiento la nombró Hija Predilecta de la ciudad en 1984.
En Hontoria no fundó escuela, pero sí donó fincas a favor del municipio y los vecinos, más de 60 hectáreas de tierras de cultivo, según consta en los documentos de firma de escrituras que se conservan en el Ayuntamiento. Esas fincas que cultivaban los vecinos y que eran un complemento más a las suyas propias, propiciaron que durante años muchos de los vecinos de Hontoria no tuvieran que abandonar el pueblo para buscar el sustento familiar en otros lugares. Posteriormente, esas fincas han sido motivo de problemas que el Ayuntamiento trata de resolver sin perjudicar a los vecinos.
1,2 METROS DE ALTURA. La escultura se ha encargado al artista Ángel Gil Cuevas, natural de Mecerreyes, que ya trabaja en ella. La imagen ya perfilada y sobre la que realizará la pieza representa la condición que ostentaba Caritina de Liniers: una mujer de clase social de la nobleza, con distinción, una vestimenta de gala. Se la representa firmando los documentos de cesión de las tierras al municipio y vecinos y para dar elegancia, solemnidad e importancia a ese acto, Ángel Gil coloca la imagen de la Condesa de Serramagna sobre una peana de piedra en la que se ve un atril donde está firmado; en la parte inferior se simula una escalera en la que se representa el acceso a la institución, a la vez que resalta la imagen.
La altura total del conjunto monumental es de 1,85 metros, con escultura más peana. La escultura propiamente dicha tiene una altura de 1,20 metros. La obra será de bronce fundido ‘a la cera perdida’, técnica ancestral, compleja y laboriosa para el fundido de obras artísticas